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El dolor que sentía él era insoportable. Había tratado por todos los medios incorporarse de la cama e ir a la habitación de su hija a verla pero las estúpidas enfermeras y médicos lo sedaban cada que se ponía agresivo y violento.
-¡No puede salir de esta habitación, señor Landon!-le repetían a cada rato las enfermeras pero él se negaba a obedecer.
Y causa de su rebeldía, estuvo sedado por mucho tiempo y despertó justamente a los dos días.

Con el hombro herido, le costó muchísimo sentarse en la camilla y detenerse a pensar un largo rato en todo lo que había pasado.
Habían asesinado a la hermana de Set White, a la hija de su amigo Trenton y todo por culpa suya.
Se odió a sí mismo por no haberlo evitado. Si tan solo se hubiera entregado a Blake, nada de eso estuviera pasando; además, Gabriel también había salido herido.
Sin contar que su hija se había desmayado por tanta presión y no sabía si ella se encontraba bien.
Y cuando se disponía a levantarse a regañadientes, la puerta de su habitación se abrió y fingió dormir.
-Egon, ¿estás despierto?-dijo una voz masculina que no pensaba escuchar. Abrió repentinamente los ojos y miró a Trenton Rex a unos pasos de distancia. Su amigo dudaba en entrar o quedarse afuera.
-Trenton... ¿cuándo llegaste?-fue lo único que se le ocurrió preguntarle, puesto que se sentía muy avergonzado de no haber cuidado a la hija de su amigo.
-Hace tres días-contestó él y entró a la estancia, cerrando la puerta tras de sí.

Egon se acomodó en la camilla y suspiró. La mirada de su amigo delataba tristeza y soledad. Lo vio sentarse en la silla y rascarse el cuello con incomodidad.
-Rex-dijo Egon con voz trémula. Se le dificultaba mucho expresarse-lamento lo de Beatrice, en verdad...
-Descuida, también yo lo lamento-murmuró Trenton con la voz apagada-debí haberla cuidado más y evitar que viniera a este país.
-Ella se enamoró de Adam y decidió quedarse con él-le recordó.
-Sí, pero si yo hubiera hecho lo posible para detenerla, ella aun estaría aquí conmigo-bajó la mirada y meneó la cabeza, y para cuando la alzó de nuevo, sus ojos estaba llorosos-me he quedado completamente solo, Egon. Set no me ve como su padre y tanto mi esposa e hija ya no están. Y no creo poder soportarlo.
-Bueno, ¿yo estoy pintado o qué?

Trenton frunció el ceño y ladeó la cabeza. Aun tenía ganas de llorar pero aquello lo dejó perplejo.
-¿De qué hablas?-preguntó.

Egon gruñó y se llevó una mano a la frente.
-¡Yo soy tu familia, idiota! Todos los que están allá afuera lo son también. Todos me apoyaron cuando perdí a Shelby, y es mi turno de hacerlo-masculló-no estás solo, imbécil. Nos tienes a nosotros. Me tienes a mí. Yo pelearé si es necesario para mantenerte a salvo. Y si te sientes solo, mandaré al carajo todo para estar contigo. Te haré compañía incluso en el infierno.
-¿Cómo puedes decir todo eso así como así, Egon?
-¿Cómo que cómo?-Egon lo miró con los ojos estrechados.
-Sí. Es decir, no tienes que fingir y darme palabras de aliento.

Entonces Egon se estiró como pudo hasta la mesita que tenía a un lado y cogió un vaso con agua. Le dirigió una gélida mirada a su amigo y le lanzó el vaso a la cara. Trenton quedó empapado pero ni si quiera se inmutó.
-No estoy fingiendo. No soy esa clase de hombre que miente solo por caerle bien a los demás. Lo mío no son las mentiras y no le digo a las personas lo que quieren oír, sino la verdad.
-Pero si tú fuiste el mayor culpable en todo esto-le recriminó con brusquedad. Su labio inferior temblaba.
-¿Yo? ¿Y yo por qué?-Egon se puso a la defensiva e hizo una mueca al hacer un movimiento en falso con el hombro.

Y ahí fue donde Trenton se derrumbó. Numerosas lágrimas amargas surgieron del interior de sus ojos y se cubrió el rostro. Le dio una patada a la mesita de madera y ahogó un sollozo.
-¡Esta no es la vida que yo quería!
-¿Y crees que yo soñaba con esto?
-No lo sé. Tú nunca estuviste con tu familia ni tampoco fuiste al Instituto, no hiciste cosas con tus amigos, ¡Nada!. Solamente te dedicabas a matar mientras que yo vivía mi vida felizmente.
Al sonrisa que se plasmó en los labios de Egon fue espeluznante, pero a Trenton no le importó; ya que estaba demasiado ocupado llorando como para darse cuenta de la magnitud de sus palabras.
-Yo me enamoré de Shelby-espetó el hombre de ojos negros que estaba postrado en la cama con una herida de bala en el hombro-y tanto tú y tu noviecita se empeñaron a meter sus narices en mis asuntos y terminaron a merced de alguien como yo. Así que mientras tú disfrutabas de tu fantástica vida, yo me ganaba la mía con métodos drásticos. Yo no tengo la culpa de que Beatrice, tu hija, se enamorara de mí hijo. Ella murió asesinada por alguien más, no por mí, no por Adam.
-Lo sé. Pero la asesinaron por estar metida en algo que a ti te concierne.
-¿Y qué quieres que haga o diga? Ya te dije que lo lamento. Yo estimaba a Beth.
-¡Quiero que mates al asesino de mi hija! ¡Quiero que lo traigas ante mí y lo mates usando los métodos que sólidas usar cuando nos conocimos!
-¿Para pedirme eso, era necesario que actuaras como un idiota?
-¡¿Lo harás o no?!

Darker Beauty. Libro 2 (TERMINADA)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora