Darker Beauty. Libro 2 (TERMINADA)

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La mirada llena de horror y sorpresa que emitieron los ojos de Adam fue tan radical que incluso el propio Egon titubeó tras haberle soltado de sopetón demasiada información.

Egon retrocedió unos pasos y negó con la cabeza, dirigiéndole una mirada fulminante a Caroline.

-¿Ves lo que provocas? -la ira en la voz de Egon se fue incrementando a medida que hablaba -si tan solo hubieras tenido la boca cerrada, Caroline, mi hijo no estuviera ahora horrorizado por lo que acabo de decir.

-Vi como mataste a un hombre, papá y también yo maté a uno -dijo Adam -pero esto ha sobrepasado muchas cosas...

Egon intentó acercarse a él pero Adam lo rechazó con una gélida y fría mirada.

-No te me acerques.

-¿Qué te pasa? -gruñó Egon -no comprendo por qué te comportas así conmigo, si fue tu tía "adoptiva" la que decidió que esto pasara.

-Aunque ella no sea la verdadera hermana de mi madre, seguirá siendo mi tía -replicó, enfadado y se dio la vuelta, rumbo a su motocicleta -dame las llaves de mi motocicleta.

Su padre, sin dudarlo, se las entregó con los ojos estrechados. Y a cambio, Adam le entregó las llaves del Peugeot.

-Lleva a mi tía a casa -le ordenó.

-¿A dónde vas? -inquirió Caroline con temor.

-Voy a un lugar... ¡Lejos de ustedes dos! -vociferó con cólera y se montó en su motocicleta con brusquedad.

De montó en el vehículo y lo encendió con violencia. Tenía la mandíbula apretada y sus puños entorno a los manubrios parecían como si fueran a quebrarse en cualquier momento porque sus nudillos estaban blancos.

Y regalándoles una mirada furtiva, echó a andar la motocicleta y se incorporó a la carretera sin mirar atrás. Iba echo una fiera.

Dejó a su tía con los nervios de punta y a su padre con rabia contenida.

Caroline temió a que Egon tuviera un enfrentamiento con su propio hijo más adelante.

Por otra parte, Adam sentía que sus emociones estaban más descomunales que de costumbre. La poca información que su padre le dio, le bastó.

Ya no quería saber nada. Lo que seguía en pie era ser como su padre en el sentido de la destreza para conseguir su objetivo y quizás matar una que otra persona; pero nada más.

La vida de su padre había sido dura y lo entendía; sin embargo, no estaba dispuesto a permitir que él tratara mal a su tía Caroline, por muy que ella no fuera su verdadera tía... ¡Ella lo había criado como a un sobrino al igual que Keren!

Aceleró un poco más con los ojos estrechados gracias al aire azotando su cara y sudoroso por la adrenalina. Deseaba estar solo. Ni si quiera tenía ánimos de ver a su amigo Vince, o a Hunter. Y mucho menos seguir indagando sobre los cretinos que habían lastimado a su amigo. No se le apetecía nada, solo desaparecer por un día entero.

Desaparecer un día entero no era tan mala idea, aunque mentalmente anhelaba que hubiese alguien con él para poder huir y no sentirse tan solo.

Llegó a casa casi derrapando. Le ardía la cara y sentía que iba a vomitar. Dejó inclinada la motocicleta y corrió directamente a la puerta con el rostro pálido y helado. Abrió con desgana y entró dando traspiés. Cayó de bruces en la sala y sintió una punzada de dolor en la boca pero no le importó. El suelo, en ese instante, era mejor que cualquier cosa.