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Adam no podía contener la cólera. De nuevo Set Rex le había llenado el "buche" de piedritas. ¿Quién se creía para contestar el teléfono de su hermana, o peor aun, colgarle?
Azorado, volvió a insistir. Eran cerca de la media noche y le importaba un carajo que allá fuese muy temprano.
Volvió a marcar y esta vez contestó su hermana gemela.
-¿Por qué ese imbécil contestó tu teléfono?-le exigió, malhumorado.
Aparte de que estaba furioso con su padre, no estaba de buenas para soportar el nuevo amiguito de su hermana.
-Me estaba bañando, lo siento-la oyó titubear. La voz de su hermana se escuchaba extraña.
-¿Estás bien?
-¿Por qué lo preguntas? Desde luego que estoy bien, hermanito.
-Te notó rara. Tu voz, no sé, algo. ¿Tienes algo que contarme?
-No pasa nada Adam, lo que sucede que acabo de despertar-bostezó para darle más énfasis a sus palabras-y mi voz es un poco más cruda. -Bueno, como sea. Pero promete que jamás volverás a dejar que ese idiota agarre tu teléfono con mucha confianza.
-Está bien. Le diré que no lo toque-suspiró contrariada-¿ha pasado algo malo?
-No, ¿por qué?
-Llamaste desde un número desconocido después de días de no hacerlo.
-Se me perdió mi teléfono y tío Gabbe me compró uno nuevo-hizo una pausa y continuó-te llamé porque te necesito, hermanita.
A Keren le dio un vuelvo el corazón. Ella también lo necesitaba. Quería contarle sobre ese sujeto, Black; y su amistad pasada con su padre pero se contuvo. No quería preocupar a Set o a su padre. Porque era probable que en ese momento se les ocurriera viajar a Berlín y provocar un caos, así que respiró hondo antes de replicar.
-Yo también, Adam. Te echo mucho de menos.
-¿Sabes? Hace un rato tuve una discusión con papá-agregó con amargura-me dio una bofetada que me dolió hasta la espina dorsal. Creo que lo odio.
-¿Qué hiciste para que él te golpeara?-preguntó sorprendida.
-¿Por qué piensas que hice algo malo?
-Bueno, supongo que papá no te hubiera reprendido a menos que hicieras algo malo...
-Okey, okey-resopló-es que se me olvidó la billetera en casa de Mitchell y quise ir por ella pero él no me dejó, porque piensa que es mala influencia y así. Y al final de cuentas me dijo que me iba a castigar, me rehusé y pues me abofeteó.

Keren elevó los ojos al techo. Escuchar a su hermano quejarse como niño pequeño a través del teléfono le irritó.
-¿Lo ves? Le desobedeciste, ¿Qué esperabas? Es nuestro padre y tiene el derecho de reprendernos si algo hacemos mal.
-Escucha-siseó su hermano-no hice nada para que me abofeteara, solo me negué a ser castigado.
-¿Qué tiene de importante una billetera como para salir como un loco?
-Eh, pues... -titubeó. Adam no iba a decirle a su hermana que no era por la billetera sino porque tenía que ir por una parte de mercancía o si no iba a tener problemas, por lo que pensó en una excusa-es que ahí tengo mis ahorros y conociendo a Mitchell, es capaz de robarme.
-¿Qué hora es allá?
-Pasada la media noche creo.
-Entonces espera a la mañana y ve por ella.
-Voy a ir a traerla ahora mismo-le informó.
-¿Y solo por eso me llamaste? ¿para decirme que harás una idiotez para que papá te ejecute a palos?-masculló, molesta.
-Hey, calmate y bajale a tu malhumor tres rayas, Natalie-le espetó, molesto-jamás te he tratado mal para que ahora me hables como si me odiaras.
-Te estoy tratando de abrir los ojos, Adam-explicó-y no quieres hacerme caso.
-Estás tan rara desde que llegaste a ese asqueroso país-musitó, decepcionado-ya no te voy a hablar, no te preocupes, pero eso sí, si ese idiota te hace algo, solo dímelo y haré lo posible para ir a patearle el trasero.
-¡No!-exclamó alterada-¿Cómo que ya no me vas a hablar?
-Sí. Prefiero no llamarte en vez de sentir que detestas cuando te llamo.
-Estás loco. Eres mi hermano y me alegra que me llames, es solo que el asunto de papá y tú es insignificante. Estás en un error y no quieres darte cuenta de ello.
-Ya no quiero seguir abordando el tema, ¿vale? Mejor hablamos otro día y mándale saludos a tu amiguito Set de mi parte-repuso con aspereza.
Keren aspiró aire y resopló.
-Adam...
Y su hermano, al que tanto amaba; le colgó.
Keren se sentó en la cama y lanzó su teléfono al suelo con molestia.
Mientras que Set la miraba desde la puerta del baño con los brazos cruzados sobre el pecho. Sus músculos y venas estaban tensos que ella incluso creyó verle la sangre fluyendo a través de su piel.
-¿Ahora comprendes por qué pienso que está demente tu hermano?-bromeó.
Y ella rio.
-Todos tenemos diferentes niveles de demencia. Pero algunos sobrepasan el límite.
-Yo soy uno de ellos. Mi nivel de demencia es tan alto que nadie puede medirlo-alzó la ceja que tenía el piercing-¿Podemos bañarnos ya?
-No lo sé. Si tenemos sexo otra vez siento que me voy a embarazar.
Aquella idea tomó por sorpresa a Set y se echó a reír.
-¿Tan varonil soy para dejarte embarazada tan pronto?
-¿No lo eres?-lo desafió.
-Lo soy. Más que cualquier hombre-gruñó y se acercó a ella. -Pruébalo entonces-se levantó de la cama con la barbilla en alto y él la besó en la mandíbula.
-Follaremos como demonios, cariño y terminaremos abrazados en la cama como ángeles-le guiñó el ojo, y agarrandole la mano y tiró de ella hacia el baño.


Darker Beauty. Libro 2 (TERMINADA)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora