El rostro de Thomas perdió color y palideció instantáneamente. Su comentario fue de mal gusto y se vino a dar cuenta justo cuando Egon saltó a la defensiva.
De inmediato, Austin le envió una mirada reconfortante y se giró hacia Egon.
-Amigo, nosotros simplemente queremos el bienestar para tus hijos, ¿o acaso deseas que vayan a prisión y sigan tus pasos?
La expresión amenazante de Egon se aligeró y adoptó temporalmente una mueca de incertidumbre.
-Si se diera el caso que uno de ellos tiene el instinto homicida, entonces no hay nada que hacer al respecto-masculló Egon-además, déjense de estupideces y dejen de hablar de eso como si fuera un crimen haber sido así. Ya saben que por necesidad tuve que meterme a la delincuencia.
-Discúlpame.
La voz de Trenton llegó a los oídos de todos, quienes tenían su atención solo en Egon pero volteraron a verlo en un segundo.
-No fue mi intención provocar una ofensa hacia a ti.
-Ahora que se ha dado el momento, luego de tres meses de estar aquí en Berlín y sin hablar, he decidido que es momento ideal de aclarar de una vez por todas lo que pasó-increpó Egon con naturalidad.
Trenton asintió con los labios apretados y se inclinó al suelo a dejar su vaso de cerveza.
-Está bien-aceptó.
Gabriel elevó los ojos al techo y bebió lo que le quedaba de cerveza en su vaso para calmar los nervios.
Austin y Thomas se apartaron unos pasos de ellos sin dejar de mirarlos.
Egon le hizo el ademán de seguirlo a Trenton y este se levantó de la silla para seguirlo.
Egon no quería que aquella charla se diera enfrente de todos, así que se dirigió a la puerta de la calle.
-¿A dónde van?-preguntaron Adam y Keren al unísono.
Ambos hermanos miraron ceñudos a su padre y Beatrice parpadeó muy deprisa, mirando a Trenton.
-Vamos a hablar un momento afuera-contestó Egon sin entrar en detalles.
-En unos minutos volvemos-aseguró Trenton.Afuera el ambiente estaba sereno. No había frío ni calor. Estaba a una buena temperatura para pasar un buen rato conversando bajo la luz lunar. A pesar de que Egon no conocía del todo la ciudad, lo invitó a una caminata por toda la cuadra para prepararse mentalmente.
Notó la rigidez de él y decidió proyectar más seguridad.
Trenton había perdido bastante peso y se miraba casi diminuto a comparación suya. Ya no quedaba nada del Trenton Rex de veinte años.
Incluso su mirada parecía ser la de una persona mayor que estaba al borde de la muerte.
Y se preguntó si quizás era mala idea hablar con él sobre el tema.
-Set no es hijo mío, sino de Norman y Lola-dijo de pronto Trenton, sobresaltandolo-y sé que eso ya lo sabías o al menos lo sospechabas.
-Estás en lo correcto. Até cabos en el momento de enterarme de tu nombre y del apellido que portaba la chica.
-Bueno, entonces, ¿de qué quieres hablar exactamente?
-Gabriel te detesta-dijo Egon, pateando una piedra y metiendo sus manos en sus bolsillos del pantalón-y no lo culpo por eso.
-¿Por qué me detesta? ¿Qué le he hecho yo?-lo miró con desdén.
-¿Recuerdas que te largaste por cuenta propia al aeropuerto en busca de Lola, y que provocaste la muerte de Shelby?
Su voz sonó más dura de lo que pensó pero no tuvo más remedio. Trenton ni si quiera le pidió perdón por haber sido tan idiota y simplemente se fue en busca de Lola sin importarle su dolor.
-Sabes bien que mi intención no era dañar a Shelby-gruñó Trenton, molesto-metetelo bien en la cabeza; yo no era el maldito villano del cuento en ese entonces. -Pero lo hiciste-siseó Egon con veneno. La actitud que Trenton había adoptado era mezquina y lo puso furioso. Ahora ya no tendría ninguna consideración-te valió una mierda la seguridad de todos y sabías que habíamos hecho de todo para ocultarnos de Marlon y de cualquier parásito.
-¿Acaso te olvidas que tu lindo primo Norman asesinó a mi padre? Y eso súmale que mi padre nos ayudó bastante y te valió también una mierda-contraatacó Trenton con la mandíbula apretada.
-Norman no era mi primo. Él era hijo de Marlon, no de mi tío Lion-masculló Egon-y yo no quería que asesinara a tu padre. No estaba en mis manos eso.
-Menos mal que ese bastardo no era familiar tuyo porque Keren se hubiera relacionado con su propio primo.Egon ignoró su comentario y se detuvo a mitad de la acera. Trenton también dejó de caminar y se volvió para mirarlo.
-Estoy esperando una disculpa de tu parte, Rex.
-¿Por qué?
-Ya sabes por qué.
-Oh; claro, deja que saque mi bola de cristal mágica para que adivine-siseó con fiereza-idiota.
-A ver, imbécil-Egon se le fue encima y lo agarró de las solapas de su ropa, y acercó su rostro al suyo lleno de rabia-no te quieras pasar de listo conmigo. Puede que ya hayan pasado veinte años pero sigo siendo el maldito asesino a sangre fría de antes; así que por tu bien, ni se te ocurra volver a insultarme o hablarme con sarcasmo, porque de ser así, te partiré la cara.
-Ahora entiendo por qué decidiste hablar fuera de la casa-dijo Trenton con desdén.
-Solo quiero una maldita disculpa-lo empujó y apretó los puños con ansiedad. Se moría de ganas de propiciarle un puñetazo en la cara.
-Discúlpame.
Pero cuya respuesta no contuvo ningún arrepentimiento. Sino todo lo contrario; se oyó más como una burla.
-¿Qué pensaría tu hija si se enterara que su padre ha sido masacrado hasta la muerte y que sus pedazos fueron lanzados a un río?-le preguntó a Rex con amabilidad falsa con mucho veneno de por medio.
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Darker Beauty. Libro 2 (TERMINADA)
Mystery / ThrillerHa pasado 20 años desde la última vez que Egon Peitz, el peor asesino serial del mundo vio a sus hijos, un par de gemelos preciosos que procreó con su amor de toda la vida; Shelby Cash, quién fue asesinada frente a sus ojos. Ha pasado tanto tiempo...