Set hizo una mueca y luego sonrió.
De las penumbras de la casa emergió el rostro de su antiguo colega, Wade.
-¿Qué significa esto, Wade?-le preguntó con tranquilidad. Pero por dentro quería partirle la cara. Había dos hombres más en la casa que estaban armados.
-Aún no olvido que asesinaste a Aaron-espetó Wade-mi primo.
-Y yo no olvido que él nos abandonó a Miles a mí cuando más lo necesitábamos y se lo tiene merecido-escupió Set, perdiendo poco a poco la paciencia.Se oyó un "clic" y vio a su padre retorcerse en el suelo con desesperación.
-Deja a mi padre fuera de esto. Él no tiene nada que ver.
-Pero si él es el invitado de honor-graznó Wade y chasqueó los dedos.
Uno de sus acompañantes cogió a Trenton del cuello y lo arrastró hacia el interior, mientras que el otro apuntaba a Set a la cabeza.
-Metanlos y llevenlos al sótano. Estaré ahí en un momento-ordenó Wade.Set dejó que lo empujaran como sea y siguió a paso firme al otro sujeto que llevaba a su padre a rastras.
Le indicaron que se metiera en una puerta y bajara rápidamente por una estrecha escalera que iba en descenso.
Su padre gimoteaba pero no servía de nada, puesto que iban a ser maltratados y quizá ejecutados en el fondo de aquella casa sin que nadie los escuchara gritar.
Trenton fue lanzado sobre una silla de madera que se hizo pedazos con su peso y cayó de cara al sucio suelo. Set apretó la mandíbula y fulminó al hombre que lo sujetaba del cuello de la playera.
Le ardió la sangre de solo escuchar la tonta risa del tipo que había tirado a su padre sobre la silla.
Y tal como Wade había dicho, los acompañó minutos después.
El rubio no sabía si mirar a su padre agonizando pensar en las posibles maneras de matar a Wade.
-Déjalo libre-espetó Set una vez más-me tienes a mí. ¿Qué más quieres? Matame y deja en paz a mi padre.Los ojos de Trenton se desorbitaron.
-Por desgracia, no tendré el gusto de matarte, querido amigo. Aunque ganas no me faltan-le aseguró con voz ácida.
-¿Entonces por qué demonios nos tienes aquí, parásito?
-Estoy siguiendo órdenes de nuestro jefe, Set.
-Yo ya no trabajo para nadie.
-Nunca has solicitado tu renuncia con el señor Blake.
-¿Qué?
-Steve Blake. Aún trabajas para él.Set frunció el ceño.
-El señor Blake me dejó órdenes exactas de enviarte a él si en caso te encontraba.
-¿Me vas a llevar con ese bastardo?-preguntó Set, esperanzado.
-Sí. Y morirás.
-Nada me hace más feliz que me envíes con él-afirmó Set, sonriendo de una manera extraña.Wade se paseó alrededor de él y acercó su rostro al suyo.
-Has cambiado muchísimo.
-Más de lo que te imaginas-farfulló Set, sin borrar la sonrisa de sus labios.
-Entonces, ¿cuándo quieres ver al señor Blake?-preguntó con veneno.
-Ahora mismo.
-Está bien. Tus deseos son órdenes-chasqueó los dedos-pero primero-hizo una pausa y en sus ojos se plasmó la demencia-maten al viejo y aten al rubio.Pero antes de que tocaran a su padre, Set le asestó un puñetazo en la parte trasera de la cabeza de su opresor y le propició una patada en el estómago al segundo sujeto. Ambos tiraron sus armas y se aproximó a cogerlas.
Guardó una de ellas en su pantalón y le apuntó con la otra a los tres.
Wade se había puesto livido y pálido.
Sus acompañantes estaban escogidos en el suelo con muecas de dolor y los ojos como platos.
-Basta de juegos-dijo Set-les di más tiempo de lo previsto.
-¿Cómo demonios puedes hacer eso?
-¿El qué?-le espetó, dispuesto a reventarle los sesos a su antiguo amigo.
-Salirte con la tuya, maldito.
-Porque soy Set White-replicó y en un movimiento rápido, le atravesó el cráneo a los dos hombres del suelo, haciendo que sus cabezas estallaran como sandías, incluso un ojo salió disparado a la cara de Wade, quién tragó saliva. Set y Trenton quedaron salpicados de sangre.
-Si no quieres ser el próximo-masculló el rubio-desata a mi padre.El chico asintió y con la pistola rozandole el cuello, desastó a Trenton y este lo pateó lejos.
Wade rebotó hasta las escaleras y Set le disparó en el pie, haciéndolo aullar de dolor.
-Ahora, arrastrandote como la rata que eres, le llamarás a Blake y le darás un recado.
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Darker Beauty. Libro 2 (TERMINADA)
Mystery / ThrillerHa pasado 20 años desde la última vez que Egon Peitz, el peor asesino serial del mundo vio a sus hijos, un par de gemelos preciosos que procreó con su amor de toda la vida; Shelby Cash, quién fue asesinada frente a sus ojos. Ha pasado tanto tiempo...