Tras un lapso de silencio por parte de Black, Keren dio un paso hacia él y lo fulminó con la mirada.
-¿Vas a decirme como lo sabes o qué?-le espetó, furiosa.
Y Black titubeó. Vio el rostro de aquella joven el mismo rostro de Shelby Cash revuelto con Egon Peitz y sintió que iba a desmayarse o vomitar.
-¿Quién es tu padre?-logró preguntarle. Su frente se perló de sudor y la chica hizo una mueca.
-Te lo diré si lo dejas libre-señaló a Set, quién lanzaba gruñidos dentro de la camioneta. Parecía un felino.De repente la mirada de Black se ensombreció y negó con la cabeza.
Lola logró tirar de Keren hacia atrás antes de él le tocara la cara.
-Aleja tus sucias manos de ella-le increpó Lola en un siseo.
-Ella vendrá conmigo también-le informó él.
-Yo no pienso ir a ninguna parte contigo-farfulló Keren y con la señora Rex comenzaron a retroceder.
-Muy tarde. Pero no te haré daño, solo quiero platicar contigo-le explicó Black, mostrando su mejor sonrisa.
-¿De qué quieres platicar con ella?-intervino Lola una vez más y Keren se aferró a su brazo-primero tienes que dejar libre a mi hijo y luego ya veremos qué hacer.
-Nadie me da ordenes, mi estimada señora-dijo Black-pero la chica y su hijo vendrán conmigo. Dimitri, traela también.
Y dicho eso, Black se dio la vuelta y dejó que Dimitri saliera de la camioneta. Ya había dejado atado a Set y este se retorcia en el interior con furia. Logró morder la cinta adhesiva y la escupió con rabia.
-¡No! Ella no tiene nada que ver conmigo ni contigo. Déjala afuera de esto, Black.
-Mira, Set, si no quieres que te rompa la cara de un golpe, será mejor que cierres la boca...
Ni si quiera Set supo como se las arregló pero le propició una patada con todas sus fuerzas a la cara de Black que lo hizo caer de espaldas al suelo.
Set forcejeó con las sogas de sus manos y pies y concibió ponerse de pie y salir de la camioneta.
Divisó como su madre y Keren corrían hacia su coche y detrás de ella el hombreton las seguía con un arma en sus manos.
-¡Al coche no!-les gritó-¡Corran a pedir ayuda!
Y Black lo tacleó por detrás y él cayó de bruces, golpeandose la mandíbula en la acera.
Sintió el pie de Black sobre su cara y gruñó.
-¿Por qué quieres llevartela a ella también?-siseó Set con el rostro estampado en el sucio suelo.
-Mis motivos tendré. Ahora cállate-lo agarró del cabello y lo levantó con facilidad. Set hizo una mueca pero no se quejó.
Sus ojos estaban fijos a ese hombre que había logrado capturar a su madre y a Keren y las traía de vuelta casi a rastras.
Keren optó por morder la enorme mano del sujeto pero solo consiguió que la abofeteara con rudeza. Ella sintió que su cabeza por poco y se le salía del cuello y miró estrellas.
-¡Eres un animal!-le gritó Lola.
Entonces Dimitri la empujó al suelo, a los pies de su hijo y este gruñó.
-Ata a la chica-le ordenó Black, resoplando-y usted señora, larguese.
-No. Ellos se vienen conmigo-Lola se incorporó y le dio un puñetazo a Black en la cara pero este apenas y se movió. Set, tras ver como Black sujetaba a su madre, la ira se deslizó dentro de su cuerpo y usando todas sus fuerzas logró romper la soga.
Lo primero que hizo fue derribarlo por detrás tal y como él hizo y después patearlo con brusquedad. Pero Dimitri lo sometió, agarrandolo de los brazos y torciendoselos hacia atrás.
-¡Muy buena técnica!-dijo Black riéndose-pero ya me canse de estos juegos.
Se acercó a Keren y la agarró de los brazos.
-Métete o no quieres que te dispare-y en un movimiento fugaz volvió a sacar su revólver y le apuntó a la cabeza. Y ella no tuvo más opción que obedecer.
Cuando se cercioró que ella estaba adentro, apuntó a la madre de Set.
-¡Váyase de aquí!
-¡No le des órdenes a mi madre!
-Entonces hazlo tú, si tanto te importa la vida de ella.
Set le regaló una mirada gélida y miró a su madre.
-Vete.
-Pero hijo... ¡No!
-Vete-repitió-haré lo posible para que Keren vuelva a casa. No te preocupes por mí, mejor hablale a su familia.
No obstante, Lola Calvin no se dio por vencida. Trató por todos los medios agarrar a su hijo y llevárselo consigo pero Black ya estaba aburrido y cansado de la situación. Él jamás había asesinado a alguien pero en aquella situación lo ameritaba. Así que le quitó el seguro al revólver y le apuntó de nuevo en la cabeza.
-Por última vez le digo: Váyase. O no respondo de mis actos.
-Señor Black, ¿está seguro que quiere dispararle? Puedo hacerlo yo-habló Dimitri. Su voz era muy aguda como para pertenecerle y Set se revolvió entre sus manos.
-Ella decidirá si le disparo o no-repuso Black. La mano que sostenía el arma temblaba.
-Por favor-insistió ella con lágrimas en los ojos-mi hijo no es un mal chico. Y tampoco la chica. Dejalos libres, te lo suplico-y dicho eso, se puso de rodillas.
-Oh, por favor-graznó Black-levantese. Ellos no valen tanto como para que usted se arrodille.
-Es mi hijo-titubeó ella, incorporándose.
-Pues su hijo ha sido el mejor administrador de todo el dinero que gano al vender drogas, señora. Su hijo no es un buen chico-le contradijo.
A Lola casi se le cae el alma a los pies.
-¿Es eso cierto, Set? ¿Estás metido en líos de criminales?
-Sí, madre. Ahora vete-le contestó él sin mirarla.
-¡Cómo piensas que voy a irme!-corrió a abrazarlo y Set cerró los ojos, dejando que su madre lo abrazara a pesar de que se hallaba inmovilizado por aquel gorila.
Entonces Black la agarró de los hombros y la empujó lejos de él.
-Nunca en mi vida he matado a alguien-dijo con los dientes apretados-pero el tiempo se me está acabando. Así que lo siento.
Negó con la cabeza y dirigió la boquilla del arma directamente a la frente de Lola, quién no dejó de ver ni un segundo a su hijo, quién también mantuvo su mirada aqua en ella.
-Te amo Set-alcanzó a decir Lola antes de que Kevin Black cerrara los ojos y presionara hacia atrás el gatillo. Aquella pistola tenía silenciador y el único ruido que se escuchó fue el del cuerpo suave de Lola Calvin desvanecerse en el suelo de concreto con un punto rojo en la frente.
Desde el interior de la camioneta Keren ahogó un grito de terror y Set sintió algo recorrerle la piel y alojarse en su pecho. Era como si alguien le estuviera aplastando el corazón con el fin de destrozarselo.
Aun lo tenía apresado los brazos de aquel enorme hombre pero no le importaba. Se negaba a ver el cuerpo de su madre cerca de sus pies.
-¿Qué haremos con los cadáveres, señor Black?-preguntó Dimitri mientras arrastraba a Set al interior de la camioneta. Él estaba ido y parecía un zombie.
Keren se alejó un poco para que el subiera a su lado y lo agarró de las solapas de su sudadera cuando el tal Black y su acompañante se quedaron afuera hablando.
-¡Set! ¡Set!-gimoteó ella llorando-¡Reacciona Set! ¡Han matado a tu madre, por el amor de Dios!
Y lo zarandeo de los hombros sin que él lograra mirarla a los ojos.
-¡Por favor, Set! ¡Reacciona!-siseó, molesta. El llanto y su cólera no podían ir de la mano. Y le aterraba la idea de que esos tipos los secuestraran. Por lo que se armó de valor y le dio una fuerte bofetada a su amigo para hacerlo entrar en razón. El rostro del rubio giró a la izquierda y parpadeó muchas veces.
-¿Por qué me golpeaste?-le gruñó y se frotó la cara.
-¡Nos van a secuestrar!-chilló ella al borde del colapso-tenemos que salir de esta camioneta.
Set se asomó al cristal y alcanzó a ver que ambos sujetos arrastraban el cadáver de su madre y de su amigo. Y de nuevo sintió aquella opresión en el pecho. Tragó saliva y se obligó a mantenerse sereno.
-Mató a mi madre-añadió con voz quebrada. Trató por todos los medios mostrarse fuerte pero el dolor en su pecho era muy fuerte-él la mató-susurró en un hilo de voz y Keren advirtió que una lágrima se deslizó en cada una de sus mejillas. Pero sus puños estaban apretados al igual que su mandíbula y sus ojos estaban cegados de algo parecido a la locura.
-Set, lo siento mucho-le acarició la cara con ternura pero él le sujetó la mano con rabia.
-No me toques. Tenemos que matarlos-le dijo con voz dura.
Y a ella se le dilataron los ojos.
En eso, Black regresó y se subió al frente con su acompañante de copiloto.
Lo único que los separaba de ellos era una malla de fierro a través de los asientos.
Tanto Set y Keren buscaron con la mirada donde habían dejado los cadáveres y se dieron cuenta que solamente los colocaron cerca de los cubos de basura y eso enfureció a Set.
-Siguiente destino: Madrid, España-canturreó Dimitri en español.
Set notó que Black estaba temblando y sudaba como bendito en su asiento.
-Anda, señor, vamonos-le instó Dimitri-ya los tenemos, ahora es hora de irnos.
-Conduce tú-se negó a hacerlo y se bajó de la camioneta.
Intercambiaron lugares y la camioneta se puso en movimiento.
Keren quería lanzarse por la ventana y Set no le despegaba la mirada de encima a Black.
-Para haber sido la primera vez que mató a alguien, lo ha hecho estupendo-le dijo Dimitri con mucho orgullo-espere a que su padrino se entere.
-Cierra la boca Dimitri-le espetó Black.
-¿Acaso se siente mal por haber matado a esa mujer? Era solo una don nadie.
Como estaban hablando en español, Set no los entendía y por eso no decía nada. Estaba planeando la manera de matarlos antes de salir del país.
-Es madre del chico.
-¿Y eso qué?-Dimitri se atrevió a ver a Set a través del espejo retrovisor y se sintió intimidado. Pues el rubio lo había mirada con hostilidad y asco.
-Se debe sentir mal por ello, además, ¿no notaste que quedó todo idiota luego de ver morir a su madre?
-¿Y?
-¿Y?-repitió con sarcasmo-el chico se ve a simple vista que algo le pasó y no quiero verlo enfurecido de verdad.
-Claro que no. No piense eso.
-Yo conocí a un tipo como él y créeme que era muy espeluznante verlo enfadado.
-No creo que este chico sea como él. Entró en estado de shock; así que no se preocupe-aceleró un poco más y Black se sintió un poco tranquilo.
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Darker Beauty. Libro 2 (TERMINADA)
Mystery / ThrillerHa pasado 20 años desde la última vez que Egon Peitz, el peor asesino serial del mundo vio a sus hijos, un par de gemelos preciosos que procreó con su amor de toda la vida; Shelby Cash, quién fue asesinada frente a sus ojos. Ha pasado tanto tiempo...