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Faltaban sólo 10 minutos antes de las Ocho de la noche cuando Set salió de su habitación con destino a la calle. Keren abrió la puerta de su habitación y lo vio pasar por pasillo rumbo a las escaleras. Su atuendo consistía en unos pantalones negros, tenis negros, sudadera negra y un gorro azul marino para el frío. Su mandíbula estaba tensa y sus ojos ensombrecidos.
Verdaderamente el rostro de Set estaba rígido y ella esperó a que él bajara para poder seguirlo.
No estaba segura si aquello era una buena idea; pero tenía demasiada curiosidad. Además, quería ayudar a Set a salir de ese agujero negro que lo estaba arrastrando poco a poco a la perdición absoluta.
Cuando se cercioró de que él ya había bajado, salió con cautela de su escondite y se apresuró a bajar los tres primeros escalones para saber si de verdad Set se había marchado. Y escuchó su voz en la sala.
-No estoy seguro a qué hora volveré, madre-le dijo él a Lola-vendré cuando sea el momento. Adiós.
-¿Llevas suéter?-le preguntó su madre angustiada.
-Sí, sí llevo. Ya me voy-abrió la puerta y la azotó detrás de sí.
Keren aprovechó a bajar corriendo las escaleras y se cruzó con la madre de Set a medio correr en la sala, en la misma dirección que ella: La calle.
-¿Vas a algún lado, querida?-le preguntó.
-Eh... -se puso nerviosa y trató de inventar una excusa-quiero tomar aire fresco, ya sabe...
-Hace mucho frío afuera-replicó Lola Rex riéndose-sé que vas a seguir a mi hijo.
-¿Cómo lo sabe?-se mostró sorprendida.
-Él mismo me lo dijo y me pidió que no te dejara salir porque era posible que lo siguieras.
-Necesito seguir y saber lo que se trae entre manos-murmuró, ruborizada-por favor, déjeme ir.
Por un momento, Keren pensó que la señora Rex se negaría y tal sorpresa se llevó cuando la vio sonreír.
-Yo también planeaba seguirlo-le guiñó un ojo-nada más traigo mi chaqueta y nos vamos. No debe de ir lejos.
-¿Lleva coche?-le preguntó al verla subir las escaleras.
-No. Se fue caminando, siempre lo hace-contestó la señora Rex-nosotras si llevaremos el coche.
-¿Y el señor Trenton?
-No volverá hasta la media noche.

Keren asintió y esperó en la puerta a que la mamá de Set bajara. Volvió a los pocos minutos con una chaqueta y las llaves del coche y de la casa.
-¡Vámonos rápido!-le dijo y ambas salieron rápidamente a la calle en busca de Set.
Se abrigaron bien y atravesaron el porche casi corriendo, puesto que el rubio era el tipo de chico que caminaba lo bastante rápido como para avanzar tres calles en menos de un minuto. Por lo que Lola le indicó a Keren que se apresurara a subir.
En cuanto estuvieron dentro del coche, dieron la vuelta y aceleraron un poco.
Keren fijó su mirada en el cristal en busca de Set, a quién divisó instantáneamente a una calle de distancia.
-Ahí está-le informó a la señora Rex y esta redujo la velocidad.
Comenzaron a seguirlo a vuelta de rueda. Lentamente. Incluso los faros de luz apenas y alumbraban el camino.
Miraban como él se deslizaba por la acera con total calma y firmeza.
Sin embargo, Keren tenía revuelto el estómago por la adrenalina. Deseaba con toda su alma que Set no se metiera en problemas graves y más porque no iba sola a buscarlo, sino que también su mamá estaba de por medio.
-Señora Rex-comenzó a decir ella con un nudo en la garganta. Lola volteó a verla por un momento y volvió a postrar su mirada al frente y en su hijo-¿Usted cree que Set pueda cambiar, olvidar las calles y retomar su vida?

Aquellas palabras dejaron desconcertada a la madre de Set y Keren la vio estremecerse frente al volante.
-Mira hija-replicó Lola con amargura-él es difícil de tratar...
-Señora Rex-repuso Keren con ansiedad-déjeme decirle que su hijo me ha contado cosas que creo que usted desconoce. Se ha abierto a mí en un 40%, no en su totalidad pero me he dado cuenta que lo que él necesita es más cariño y atención. Si tan solo trataran de...
-¿Lo dices por tu carrera universitaria?-replicó la señora Rex con suspicacia. Una mueca se plasmó sobre sus delicados y perfectos labios rojos y apretó el volante-la psicología es una mierda.
La respuesta por parte de la madre de Set dejó boquiabierta a Keren, incapaz de procesar sus palabras.
No pensó que le respondería de tal manera. En sus palabras notó mucha amargura, desasosiego e incertidumbre.
-Mi objetivo no era ofenderla, señora Rex-añadió la chica con cautela.
-No me ofendiste-masculló la otra en respuesta y meneó la cabeza de un lado a otro con incomodidad-pero no me parece que des un veredicto de la vida de mi hijo cuando ni si quiera lo conoces. No tienes ni la menor idea de mi pasado. Tiene tanto que ver con él, e incluso su temperamento es causado por el mismo y asqueroso pasado tormentoso que tuve cuando tenía tu edad.
Pisó el acelerador para darle caza a Set, quién ya había caminado bastantes calles y tenían que ir a alcanzarlo.
-Yo solo quiero ayudarlo-susurró Keren.
-¿Te interesa acaso mi muchacho?-le preguntó de sopetón y Keren no supo que responder-él tuvo una novia,¿Sabes? Una muy hermosa, y simpática. Desconozco porque terminaron pero él quedó devastado; así que si piensas tener algún tipo de relación con él, que sea para siempre. No quiero volver a ver a mi hijo sufrir y menos por una chica.
-Lo que yo trato de decir es que a Set no le vendría mal una muestra de cariño por parte de su familia. Yo no vine hasta aquí a ser la novia o esposa de él. Me iré dentro de meses y no quiero que su hijo quede en la misma situación de ahora.

Darker Beauty. Libro 2 (TERMINADA)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora