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A la mañana siguiente, Egon logró ponerse de pie sin que el suelo se moviera y las paredes dieran vueltas. Tanto él, Gabriel y Adam fueron dados de alta con éxito.
Kevin Black se quedó internado en compañía de Carla, quién les dio el pésame a todos por la muerte de Caroline y se disculpó de no acompañarlos al funeral porque no quería dejar solo a su "tío".
-No te preocupes. Nos veremos más al rato-le dijo Dylan con una sonrisa triste y se despidió de ella dándole un beso en la mejilla.
Adam carraspeó y con una mueca de dolor salió de la habitación con Beatrice, tomados de la mano.
Austin y Thomas ya se habían adelantado y los esperaban en la funeraria con Caroline. No querían estar en el mismo lugar que Gabriel y Egon, pero tendrían que aguantarse al momento del entierro. Ellos habían sido los que se dispusieron a arreglar todo lo fundamental para que Caroline tuviera una sepultura digna de ella.

Afuera del hospital, Egon y Gabriel se hallaban esperándolos con impaciencia, ya que todavía tenían que irse a duchar y a cambiar para el funeral.
Y al momento de subirse al taxi que llamaron, se dirigieron a toda prisa a la casa de Gabriel. Iban apretados entre sí pero eso no impidió su marcha.
Cuando llegaron; Beatrice ayudó a bajar a Adam y Dylan a Egon y a Gabriel.
Y cayeron en cuenta que la maldita casa aun estaba en muy mal estado y que las típicas cintas de "Prohibido el paso" estaban por doquier.
-Demonios-bramó Egon con molestia y le dolió un poco la cabeza. Le agradeció al doctor al haberle quitado la venda de encima.
-¿Por qué no vamos a la casa de Shelby?-objetó Gabriel.
Egon volteó a verlo.
-Yo tengo una copia de la llave de la casa-repuso Adam.
-Pero, ¿y nuestra ropa?-inquirió Egon con impaciencia.
-Quédense aquí. Voy a entrar por el patio trasero y buscaré lo apropiado para ustedes-se ofreció Dylan.
-Voy contigo-terció Beatrice y ambos corrieron rumbo a la casa.

El chofer del taxi lanzó gruñidos de impaciencia y Egon lo fulminó con la mirada.
Esperaron alrededor de diez minutos cuando vieron salir dos siluetas por detrás de la casa.
Beatrice sonreía y Dylan venía detrás de ella con el mismo semblante.
A pesar de que a Adam le molestó un poco la camaradería entre ambos, no añadió nada, sino que le arrebató de las manos a Beatrice su ropa y esta se quedó perpleja. Ella abrazó su ropa y entró sin esperar a Adam al taxi.
Dylan les entregó ropa oscura a Egon y a Gabriel y apretujó la suya en sus brazos.
-¿Ya todos tienen su ropa?-cuestionó Egon.
-Sí-respondieron los tres chicos al unísono.

Gabriel le indicó la dirección al taxista y este arrancó rumbo a la anterior casa de Shelby, donde miles de recuerdos quedaron sepultados en esas paredes hacía más de veinte años.
A pesar de que Egon nunca pensó volver a poner un pie en aquella casa donde comenzó todo, le albergaba una nostalgia extrema dentro del pecho.
Disimuló bastante bien al no mostrar ninguna expresión en su rostro cuando Adam hizo la sugerencia de ir.
De tanto pensar en los buenos recuerdos con Shelby, no se percató que ya habían llegado. Y su corazón le dio un vuelco cuando sus ojos se postraron en aquella casa.
Seguía tal y como la recordaba, solo que muy deteriorada y sin vida. Aquella casa dejó de tener vida al momento que Shelby se fue de su lado.
Beatrice miró con ojos expectantes la hermosa casa que tenía enfrente. Bajaron del taxi y se quedaron de pie, sin atreverse a dar un paso.
Adam suspiró y abrazó a su padre cariñosamente.
-Y pensar que aquí vivía mamá-dijo.
-Sí...
-Y Caroline-terció Gabriel con ganas de llorar.
-Es una hermosa casa-añadió Dylan, rompiendo el encanto del momento.
Gabriel apartó las lágrimas y echó a andar rumbo al porche. Adam lo siguió sin esperar a Beatrice y Egon se quedó hasta atrás, armandose de valor.
Una vez que Adam abrió la puerta, un débil eco resonó en las paredes a pesar de que la casa todavía conservaba los muebles.
Egon entró a los pocos segundos y pensó que iba a desmayarse.
Todo seguía tal y como recordaba. Los sillones, el comedor, la televisión, los retratos...
Se abrió paso entre los demás y cogió una fotografía de Shelby, donde estaba junto a Caroline sonriendo con mucha emoción y detrás de ellas estaban sus padres: Tixie y Charlie.
Por más que se contuvo, le fue imposible no sentirse sentimental y la fotografía se le fue arrebata por Gabriel.
-Esta foto tiene que estar en la casa-dijo con voz ronca.

Darker Beauty. Libro 2 (TERMINADA)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora