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》A petición de la mayoría de lectoras, pondré la perspectiva narrada por Keren, retomando desde el punto donde ella baja las escaleras para encontrarse con los demás. 《

No pensaba en nada más cuando mi hermano me ordenó a bajar. Mis piernas actuaron por sí solas cuando descendí a toda velocidad por la escalera y busqué aquella habitación cerca de un pez. A pesar de que Adam me había dicho que Set estaban con mi padre, tenía temor de verlo, luego de mandarlo al demonio tiempo atrás. No obstante, casi se me cayó el alma a los pies cuando lo hallé de espaldas a mí y hablando con mi padre y el tío Gabbe, con mucha naturalidad y seguridad que solo él poseía.
-¡Hija!-gritó mi padre y corrió a mí para abrazarme.
Enseguida estuve entre sus brazos y luego en los del tío Gabbe.
-¿Estás bien?-me preguntó tío Gabbe con los ojos muy abiertos.
-Sí-titubee, notando como Set me taladraba la espalda con la mirada-Adam se encargó de robarle las llaves a la señora que se encarga de todo aquí.
-Vimos como la sometió y fue grandioso-alardeó mi padre, excitado-ahora vamos a alcanzarlo.
Entonces me di la vuelta, un poco más tranquila y pegué un salto al ver a Set que ya estaba justamente frente a mí, solo nos separaba la ropa y unos dos centímetros de nuestros rostro. Oí el bufido de mi padre y de mi tío y supuse que se habían volteado para darnos privacidad.
-¿No te alegras de verme?-susurró Set, acercándose a mis labios peligrosamente. Su voz fue como una leve caricia que disfruté como nunca antes lo había hecho.
-Ya te dije que no quiero tener nada contigo, Set-logré decir. Pero tener sus labios casi sobre los míos me perturbaba, sin decir que ya me había apresado de la cintura con sus fuertes brazos, negándose a soltarme.
-Pues no te dejaré escapar de mí tan fácilmente como la última vez que nos vimos.

Y no le fue difícil encontrar mis labios; ya que no opuse resistencia, se inclinó un poco más y me besó.
Después de tanto tiempo, besarlo de nuevo provocó que algo dentro de mi se rompiera y ansiara su presencia con desesperación.
La ferocidad e inquietud con la que nos besamos fue tan apasionante y a la vez tan efímera; puesto que nos apartamos ante el gruñido de mi padre.
Mis mejillas se habían encendido de vergüenza y bajé la mirada, no obstante, Set me agarró de la mano y lo miré.
Había echado tanto de menos sus perfectos ojos aqua que me sonrieron afectuosamente.
Mi cuerpo temblaba por la adrenalina y mi corazón, galopante y rebosante de alegría de tener a Set a mi lado me impidió razonar. De hecho, me sentía en las nubes, como la primera vez que compartí el lecho con él.
Yo no era inmune a él. Si él hubiese sido un virus letal, ya estuviera tan adentro de mi, matandome poco a poco sin darme cuenta.

Entonces oímos unos pasos y mi padre se asomó hacia la escalera con el rostro rígido, pero se suavizó rápidamente y nos instó a bajar.
Corrimos a la escalera al momento en que mi hermano se nos unió y sentí su mirada iracunda sobre mí cuando Set me abrazó al término de la escaleras, pero lo ignoré.
Todo había sido tan fácil. Salir de ahí no estaba tan complicado como todos pensábamos. Así que tío Gabbe, con una sonrisa, trotó hasta la puerta y tiró de ella.
Ahogué un grito y me aferré a Set al momento de ver la cara de Steve Blake con sus cinco hombres detrás con armas de alto calibre.
Sentí como Set se ponía tenso y me empujaba discretamente hacia atrás para protegerme pero opuse resistencia. Si nos iban a matar, que nos mataran a todos; pero él gruñó y me situó detrás de él, sin soltarme la mano.
-Vaya-dijo Steve, dando un paso dentro de la casa-supongo que vinieron a la boca del lobo tan pronto como pudieron-sonrió y paseó sus ojos claros en todos los presentes hasta fijarse en Egon-están todos aquí, que felicidad.
Roch, después de todo no es en un inútil, aunque debo admitir que fueron más inteligentes que él al lograr despistarlo para salir. Y también me ahorraron el trabajo de ir a buscarlos.
-No vas a tocar a nadie de esta casa-increpó mi padre, claramente molesto y sentí mucha rabia hacia ese rubio estúpido.
Vi a Adam que apretaba los puños junto a mi padre y que mi tío Gabbe miraba con repugnancia al hombre rubio.
Sin embargo, Set estaba guardando la calma. Y eso no auguraba nada bueno.
-La suerte está de mi lado, sin lugar a dudas-continuó diciendo Blake-había venido a despedirme de Roch porque justamente iba a ir por ustedes pero como he dicho, gracias por ahorrarme el trabajo.
-¿Por qué demonios quieres matarnos? Lo que pasó con tu padre fue hace siglos, además, nosotros no tenemos la culpa de nada-espetó Adam.
Steve postró su fría mirada en él y yo fruncí el ceño.
-Por la simple razón de que tu adorable padre me despojó de una vida feliz al lado de mi papá.
-¿Quién demonios es este idiota?-la voz de Set sonó áspera y yo le apreté la mano.

Darker Beauty. Libro 2 (TERMINADA)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora