Frente a la fuente veo una multitud de espaldas a ella lanzando una moneda y pidiendo un deseo con los ojos cerrados. ¿Será que teniéndolos abiertos no se cumplen?
Se toman selfies desde varios ángulos. Algunos insisten en un video.
Cuando llego a la orilla, veo a través del agua cientos de monedas, pero solo el brillo de una sobresale de las demás. Entrecierro los ojos para identificar su procedencia y me sorprende ver la medalla de San Judas Tadeo.
Echo una moneda cerca de ella y pido que se haga realidad el deseo quien la lanzó.
