A la señora la pasaron primero. No hizo cola, aunque acababa de llegar.
Hasta valla le hicieron al pasar.
Ella, para no desentonar, más renca caminó y el bastón somató.
La sentaron en una silla plástica e hizo mala cara. Está sucia, espetó.
Le ofrecieron un vasito de agua. Café quiero, contestó. Está frío, dijo arrugando la cara cuando lo tomó.
Los empleados iban y venían presurosos y atentos, mas cuando le pidieron que se descubriera el hombro, el grito en el cielo pegó.La enfermera sin decir pío la aguja le metió y, sanseacabó.