Con mano temblorosa y escritura impoluta la historia se va desgranando como las primera gotas de un invierno prematuro.
Son tristes notas al compás de una tragedia.
Palabras cargadas de verdades escondidas, injusticias y traiciones; dolor, agonía y desesperanza.
Se oye el rasgar del papiro cuando la tinta araña la superficie, como el ciego que rasguña paredes que solo imagina.
Los gritos de los hombres son el eco de los lamentos que claman salir de sus entrañas.
Mas solo la trémula luz del candil que le acompaña resquebraja la dureza de las barras y quiebra lo que el corazón calla
