RELOJ

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Me detengo frente a la vitrina y encuentro lo que busco.
Ahora tengo en mi mano un diminuto reloj de cuerda en oro. Tiene grabadas "Je t'aime" y "1917". El Anticuario sonríe.

-Esa pieza tiene una historia.

Levanto la vista hacia él y espero. Me invita a sentarme.

-Cuándo llegó a mis manos, la anciana estaba moribunda. Su esposo acababa de morir y ella no tenía descendencia. Fue su primer tesoro y el primero de su suegra. Quería que alguien más lo disfrutara.

Se lo pongo en la muñeca a mi esposa, una lágrima rueda.
-Je t'aime, aussi, le digo.

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