One Shots TVD

89. Stefan Salvatore

Estabas en tu casa mirando la televisión, te habías obsesionado con Friends, veías capítulos todos los días, le gritabas a la tele y reías a carcajadas, lo bueno de vivir sola.

Estabas con un pote de palomitas mirando la serie, cuando de pronto escuchas que alguien toca la puerta, con pereza dejas el pote de palomitas en la mesa de centro y te levantas para ir a abrir. Abres la puerta con tranquilidad, pero toda esa tranquilidad desaparece cuando ves quién está esperando afuera.

-¿Stefan?- Dudaste temblorosa. Su cara tiene puro dolor.

-Hola- Es lo único que dice.

No veías a Stefan hace más de un año, había apagado su humanidad y se había ido, estaban a punto de casarse antes de que se fuera. El motivo que lo llevó a apagar su humanidad fue que había tenido un desliz con la sangre, estaba obsesionado, no quería que lo vieras así, el dolor que le provocaba el que lo vieras como el destripador, no quería que estuvieras con el, a ese punto ya le habías devuelto el anillo, claramente casarse no estaba en los planes ahora. Apagó su humanidad para no sentir absolutamente nada, luego dejó Mystic Falls, sin despedida, sin nada, solo se fue, al parecer aunque no tuviera su humanidad, de igual forma le importaba que no lo vieras de esa manera.

Tenerlo en frente te estaba volviendo loca, tu corazón latía más y más fuerte. Al principio cuando se fue con Damon lo buscaste por todos lados, pero cuando comenzaron a salir los titulares acerca de las muertes de miles de personas en distintos lugares sabías que talvez lo habías perdido. Damon lo siguió buscando por su cuenta, te dijo que no lo buscaras más porque si lo encontraban, no lo querrías ver así, la búsqueda terminó cuando Damon encontró un lugar donde Stefan estuvo, que tenía escrito en sangre "Deja de seguirme hermano", te había costado superarlo, aún no lo hacías pero de alguna forma había dejado de doler o eso creiste hasta ahora.

-¿Que haces aquí?- Preguntas apartándote, sin humanidad no sabías de que sería capaz.

-Hey, hey soy yo, mi humanidad esta intacta-

-¿Como puedo creerte?- Dices mirandolo impactada aún.

-Soy yo, mirame, me conoces mejor que nadie, por favor creeme, te explicare todo- Lo miras extrañada por unos segundos, miras directamente a sus ojos, estos tenían pena, pero sin duda eran los dulces ojos del que una vez iba a ser tu esposo.

-Esta bien, pasa- Te estabas haciendo la fuerte, no querías que notara ni un poco de debilidad de tu parte.

Le indicas a Stefan que se siente en el sillón, tu te sientas a su lado pero mantienes una buena distancia, tomas el control remoto y apagas la televisión.

- ¿Ahora te obsesionarte con Friends?-

-Algo así- Respondes- Esta bien Stefan, habla-

-Directo al grano, muy bien, recuperé mi humanidad hace poco más de dos semanas y... - Lo detienes.