127. Kai Parker

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Habías recibido una llamada de Jo, te había contado que Kai había abandonado su "trabajo", se estaba dedicando a hacer anillos solares para vampiros, era algo monótono, pero bueno para empezar a usar su magia de una buena manera.

Con el fueron novios, muy unidos, se ayudaban el uno al otro y siendo honestos lo habías ayudado a restablecer su vida, incluso había decido tratar de tener una vida lo más común posible. Aunque todo parecía ir bien, su relación no funcionó en el tiempo. Te empezaste a ocupar con temas de brujas en Mystic Falls y el no te apoyaba, prefería tratar de llevar su vida normal y dejarte "ir" como decía el, te molestaba ya que, de alguna forma u otra sentiste que el no luchó por ti o por su relación.

-Kai, te voy a matar- Decías en el auto mientras ibas llegando a la casa de el.

Cuando llegaste, estuviste tocando la puerta unos minutos pero nadie respondió, cada vez te sentías más frustrada. De pronto, escuchaste unos pasos acercándose

-¿______?- Escuchaste la voz de Kai y te volteaste, lo viste con una camiseta, se notaba que había salido a correr, el tenía una ligera sonrisa en la cara.

-Genial, todos de mal humor por tu culpa, pero tú sales por un paseo feliz- Dices molesta.

-Un hola habría sido mejor- Dice el con toda la intención de seguir caminando hasta la casa.

-Detente ahí, tenemos que hablar- Le dejas claro.

-Sé de lo que quieres hablar ______, pero lamentablemente yo no quiero hablar de eso- Dice con toda la intención de seguir su camino y completamente dandote la espalda.

-¡¿Por qué mierda renunciaste a tu trabajo?!- Le gritaste y el se voltea de inmediato mirándote con extrañeza por la forma en la que le hablaste.

-No puedo lidiar con esto ahora- Se rasga los ojos.

Camina a la casa rápidamente y abre la puerta principal entrando, no lo piensas dos veces y lo sigues, cerrando la puerta tras de ti

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Camina a la casa rápidamente y abre la puerta principal entrando, no lo piensas dos veces y lo sigues, cerrando la puerta tras de ti.

-Claro, no lidies con eso y sale corriendo como siempre- Lo críticas.

-No quiero hacer esto ahora- Dice claramente quedándose en la sala frente a ti.

-Pues lo tendrás que hacer, tu hermana me llamó.

-Siento que te haya molestado, más aún que fuera para hablar de mi- Lo decía en tono despectivo.

-No hagas eso, me preocupo por ti y lo sabes- Le recuerdas y el te mira fijamente unos segundos provocando que estuvieras nerviosa.

-Bueno, no hay nada de que preocuparse- Dice el.

-Dejaste tu trabajo, de la nada decidiste abandonarlo.

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