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21.Stefan Salvatore

Estabas acostada en cama, despidiendote de todos, estabas muy débil, Katherine te había dado una poción que producía que tu sangre se fuera secando lentamente, el dolor era insoportable, pero Jo había encontrado la receta de un te mágico que te ayudaba a lidiar con el dolor. Todos se enteraron de la enfermedad al mismo tiempo, antes de desaparecer era lo último que Katherine había dicho, hace un mes habías tomado la decisión de que no querías morir de a poco, no querías ser recordada como una moribunda, por lo que decidiste matarte, Jo te daría una poción para una muerte rápida.

Era el turno de Stefan, era probablemente el más difícil de todos, el simplemente no podía con esto, por meses intento buscar una cura, pero le pediste que dejara de hacerlo y se quedara contigo para disfrutar sus últimos momentos. Acababas de hablar con Ethan, su hijo de 3 años, simplemente esperabas que el fuera feliz y que se acordara de su madre sin pena.

Stefan entró a la habitación, con los ojos llorosos, estaba a punto de colapsar, tu ya estabas hecha un mar de lágrimas habías llorado con cada una de las personas que habías visto.

-Cariño, ven aqui- Dijiste abriendo los brazos para Stefan. Quién te abrazó y se acostó con la cabeza sobre tu estomago en la cama.

-Lo siento- Dijo entre sollozos.

-Esta bien, esto no es fácil, pero necesito que me escuches- Dijiste y Stefan se aferró a ti aún más fuerte.- No es fácil decirle adiós al amor de mi vida, pero necesito que seas fuerte, yo se que así no es como queriamos que fueran las cosas, pero quiero que sepas que cada momento que me diste lo atesoraré para siempre, nunca pensé que se podía amar a alguien tanto como te amo a ti, soy feliz y cuando todo esto pase quiero que sepas que me fui con una sonrisa en el rostro, Stefan no se como agradecerte por todo lo que me haz dado, me diste a Ethan, la luz de nuestra vida y el necesita tener a su papá, ya tiene al mejor papá del mundo y necesito que lo sigas siendo, él es el niño más increíble de este planeta, ahora no entiende lo que esta pasando y talvez sea lo mejor, pero algún día preguntará por mi y se que le dirás que su mamá lo amo con toda la vida... También se que esto no te gustará pero quiero que sigas con tu vida, no quiero que pongas esas paredes enormes alrededor, date la oportunidad de amar.-

-No, no eso no- Dijo levantándose de su vientre y mirandote a los ojos.

-Hey, hey, hey, tranquilo, no me refiero a que ahora vayas y encuentres una chica, simplemente no quiero que te sientas culpable si alguna vez te enamoras de alguien.- le dijiste tocando su rostro.

- Nunca voy a amar a alguien después de ti- respondió.

- Eso no lo sabes, talvez si, talvez no, solo quiero que seas feliz nuevamente, me gustaría estar aquí, pero no lo estaré, asique espero que no te cierres a las posibilidades-

- Pero aún tenemos opción, puedo seguir buscando una cura- Dice desesperado.

-No Stefan, te amo, pero no podemos seguir desperdiciando el tiempo que nos queda buscando una cura que no sabemos si encontraremos, ademas, estoy agotada, estoy cansada, no puedo mas, nisiquiera recuerdo la última vez que levanté a Ethan- Le comentaste. - Ufff, creo que necesito un vaso de agua.

-Yo lo traigo- Stefan se levantó de la cama salió de la habitación cerró la puerta y luego de cerrarla se derrumbó contra la pared