One Shots TVD

85.2. Elijah Mikaelson

-Hace mucho tiempo que no veo a mi tío Elijah- Comenta Hope, quién te había ido a visitar a tu departamento. Solo escuchar su nombre te produjo escalofríos pero Hope no debía notarlo.

-¿Por qué?- Le preguntas para seguir la conversación, mientras Klaus seguía sentado en el sillón de la sala, desde que llegaron se quedó allí. Mientras ustedes estaba en el comedor sentadas.

-No lo sé la verdad, al principio de iba cuando mi mamá llegaba a la casa conmigo, creo que están enojados, pero ahora ya no esta en la casa, mi papá dice que se fue a la casa en las afueras- Te quedas pensando unos momentos- A veces me llama, pero nunca quiere hablar con mi mamá y tu tampoco estas en la casa, la verdad estos meses no han sido divertidos-

Sentiste pena por Hope, tu también la extrañaba mucho y sabías que ella te extrañaba a ti, por eso hiciste un trato con Klaus para que la llevara a tu casa 2 veces a la semana, el tiempo se pasaba volando, pero era mejor que no verla. No habías estado en la casa de los Mikaelson desde lo que pasó, te quedaste en tu antiguo departamento. Elijah el primer mes te llamó todos los días, estabas segura que te seguía, pero nunca se enfrento a ti, ni te dijo nada, con el tiempo dejo de llamar, hasta que no supiste nada de el. Sin embargo, no sabías que se había ido de la casa.

-Siento mucho que eso haya pasado Hope, no lo sabía-

-Cuando llama no suena feliz, suena perdido- Esa enana era más sabía que cualquiera.-Creo que le haces falta-

-¿Por que dices eso?- Preguntas nerviosa.

-Porque por teléfono suena igual que tu ahora, creo que eran más felices cuando estaban juntos y saliamos los 3 a divertirnos- Te dio pena lo que Hope decía pero tenía razón si eramos más felices.

-Tu padre va a tener que traerte más a menudo te extrañaba tanto- Le dices abrazándola esperando cambiar de tema.

-Deberías verlo, volver con el, perdonarlo o...- Hope parecía perdida y miro a su padre.

-O ¿quieres ser infeliz para siempre?- Susurra Klaus y lo miras levantando una ceja.

-¿Quieres ser infeliz para siempre?- Repite la pequeña y ries.

Sin embargo esas palabras te había pegado fuerte, estabas nerviosa y con piel de gallina. Y como siempre te sentías impulsiva, te levantaste del asiento, tomaste tus llaves y caminaste hasta la puerta.

-Voy a salir- Dices.

-Okey- Dice Klaus con una sonrisa en el rostro.

-No creas que no se lo que hiciste- Klaus te mira con confusión- Usar a tu hija para convencerme de algo, caiste bajo-

-Tal vez amor, pero funcionó - Susurra riendo. Y sales por la puerta.

Nunca en tu vida habías manejado tan rápido un auto, ibas con mucha velocidad, casi atropellas a una ardilla que había en el camino. Con el pasar del tiempo llegaste, veías esa blanca casa hacerme cada vez más grande frente a ti. Te bajaste del auto, ignorando la forma en la que tu corazón latía y comenzaste a caminar.

Mientras caminabas, te diste cuenta que solo estabas ahí, sin ideas sobre que decir, no que hablar, eso te empezó a dar ansiedad. Justo cuando estabas llegando a la escalera del porche de la casa, empezando a arrepentirte, lo viste. Elijah abrió la puerta de la casa, al principio parecía no creer que estabas ahí, salió al porche y tu subiste todos los escalones para quedar a un metro de el.