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58. Klaus Mikaelson

Estabas emocionada no habías visto a Klaus hace días, ya que estaba enfrentándose con un grupo de hombres lobo que pretendían asesinarlo, cada vez que algo si pasaba te enviaba a la casa de los Salvatore para protegerte.

Acababas de bajarte de el taxi y Elijah salió a buscarte.

-Hola ¿Como estuvo el viaje?- Pregunta tomando la maleta que llevabas en la mano.

-Agotador igual que siempre-

-Me imagino- Dice Elijah y ambos entran a la casa.

-¿Y Klaus?, generalmente cuando llego me esta esperando afuera.- Comentas.

-Al parecer no ha tenido un muy buen día, desde ayer que esta con cosas en la cabeza, no ha querido hablar con nadie, creí que te había comentado algo- Te dice Elijah.

-No, ayer cuando lo llame si se comportó un poco raro y cortante, pero es algo que Klaus suele hacer-

-Eso es verdad, bueno si quieres verlo esta en su habitación, pero ten cuidado cuando mi hermano esta así, generalmente no es buena señal-

-Lo se, tratare de tener paciencia-

Subiste las escaleras, la verdad es que el camino hasta la habitacion se te hizo eterno, estabas bastante nerviosa no sabías que te esperaba al otro lado de la  puerta. Klaus cada vez que volvías era el primero en esperarte en la puerta por lo tanto sabías que algo estaba pasando.

-Hola- Dijiste mientras tocabas la puerta que estaba abierta. Klaus estaba de espaldas a ti pintando, el cuadro era rojo y negro.

Klaus no dijo nada, cuando le hablaste se había quedado paralizado, de un momento a otro dejó el pincel en un vaso de agua y aún dandote la espalda se comienza a limpiar las manos con un paño.

-Bueno, al parecer no quieres hablar- Le dices pero continua limpiando sus manos y te comienza a molestar como te ignorando- Klaus hablame-

Klaus no hace nada, tira el paño al suelo y se queda mirando el lienzo.

-Hey- Le dices volteandolo y ves como en sus ojos hay pena, nisiquierate puede mirar a la cara.

-¿Estas bien?- Dices poniendo tu mano en su rostro pero el se aparta de ti dejandote descolocada.- ¿Que pasa?-

Klaus no te hablaba seguía con la mirada perdida en el suelo, Elijah entró para dejar tu maleta y salió lo mas rápido posible porque sabía que algo no muy bueno estaba a punto de pasar.

-Klaus ya hemos hablado de esto, si algo pasa tenemos que conversarlo- Klaus toma un fuerte respiro.

-Te tengo que dejar ir, tenemos que terminar esto, no estas segura a mi lado - Dice Klaus aún imposibilitado de mirar tus ojos.

Por unos segundo te quedaste callada, pero la rabia te recorrió el cuerpo y explotaste.

-Esto debe ser una broma Klaus, despues de toda la mierda por la que hemos pasado me vienes con esto ahora- Le gritas golpeandole el pecho constantemente, no lo hacías fuerte, en el fondo no querías dañarlo.

-Por eso mismo es que te tengo que dar la posibilidad de tener una vida, donde puedas estar segura- Te dice mientras toma tus brazo para que dejes de golpearlo y los deja reposando en su pecho.

-Klaus, hemos pasado por mucho, si quisiera irme, creeme que lo hubiese hecho hace mucho-

-¿Que no lo ves? Soy peligroso, tengo miedo, no solo por los peligros que vemos cada día, me da miedo ser un día yo quien te hiera- Te dice mirando tus ojos.

-Tu nunca me harías daño- Le dices y el  te suelta y te da la espalda.

-Soy un monstruo- Te dice, luego de unos segundos de silencio te acercas a el y te paras enfrente para que te vea a los ojos.

-Klaus Mikaelson, tu no eres un monstruo, despues de todo lo que hemos vivido, no voy a permitir que creas lo que todos dicen.- Klaus iba a seguir hablado pero preferiste acercarlo a ti y besarlo, le tomó unos segundos pero siguió el beso.

-¿De verdad quieres quedarte conmigo?- Pregunta separándose.

-Cada día por el resto de mi vida- Le dices y el sonríe.

-Entonces hagamos lo oficial-

-¿De que hablas?- Le preguntas riendo, mientras el une sus cabezas.

-Casate conmigo- Dice tocando tu rostro.

-¿Que?- Ves como Klaus se separa de ti y  se arrodilla, no podías creer como hace 2 minutos estaban peleando y ahora llegaron aquí, comenzaste a sonreir.

- ______ Locke ¿serías mi esposa?-

Estabas nerviosa, lo mirabas como preguntándote si esto era verdad, dudabas que el estuviera seguro de lo que hacía.

-Dile que si- Dice Kol desde la puerta, al mirar a esta vez como todo el clan Mikaelson está en la puerta espiando.

-Nik, ten- Dice Becca arrojándose uno de los anillos que llevaba en la mano, Klaus lo atrapó y te lo enseño.

-¿Y?¿Qué dices?- Pregunta Klaus.

-Por supuesto que si- Le dices, el toma tu dedo para poner el anillo y te eleva por los aires en un abrazo mágico.