64.Damon Salvatore

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Llegaste corriendo al hospital,
Stefan te había llamado, habían encontrado a Sarah, ella era tu hija, hace unos días se había perdido, tenía 7 años, se había escapado en la mitad de la noche en búsqueda de un animal que andaba vagando por Mystic Falls, nunca volvió a casa, no te diste cuenta que había salido porque se escapó por la ventana de su habitación y nunca volvió, estos días habían sido difíciles, los primeros días habías buscado sin cesar, no parabas y aunque muchas personas tr pidieron que descansaras no lo hiciste, pero desde ayer que te quedabas en casa en caso de que ella volviera, Damon buscaba a su hija sin cesar mientras tu estabas en casa, sabías que estaba siendo fuerte por ti, trataba de no llorar y de no parecer preocupado y siempre decía "volverá a casa".

Al llegar Stefan estaba allí, sentado en una de las sillas de espera con las manos sobre las rodillas sujetando su cabeza.

-Stefan- Dices muy preocupada.

-Hey- Se levanta del asiento- Okey, lo que te voy a decir talvez sea un poco fuerte pero ella esta adentro, cuando la encontramos parecía que la habían mordido, perdió mucha sangre, Jo la está operando en estos momentos, dijo que eran circunstancias críticos y que ella nos vendrá a comentar cuando termine la cirugía-

Tu mundo se empezaba colapsar, estabas muy nerviosa, caíste de un golpe en una de las sillas en la sala de espera, Stefan tomó tu mano y esperaron allí.

-¿Llamaste a Damon?- Pregunta Stefan.

-Si, lo llame cuando venía manejando, dijo que llegaría enseguida- Estabas temblado.

-Hey, hey, tranquila ella va a estar bien, lo verás- Stefan pone su brazo sobre tu hombro. Stefan era como un hermano para ti, desde que empezaste a salir con Damon, Stefan y tu generaron un relación, con una unión muy bonita, además era el padrino de Sarah.

Los minutos fueron pasando, nadie salía a decirles nada, le preguntaban a todas las personas que veían pero ninguna tenía una respuesta. Stefan se tuvo que ir porque tenía que cuidar a las gemelas, no te quería dejar sola quería traer a las niñas al hospital, pero le aseguraste que podías quedarte unos minutos sola y que Damon llegaría pronto. De un momento a otro apareció Jo, con la cara que tenía realmente no podías adivinar que era lo que iba a decir, pero un frío recorrió tu cuerpo.

-Bueno ____...- Comenzo Jo.

-Espera, espera, estoy aquí- Damon llega a tu lado y pone su mano en tu espalda haciendo círculos como para calmarte, tu solo apoyas tu cabeza en su hombro.

-Su hija fue encontrada y perdió demasiada sangre, esta vez si puedo asegurar que fue un ataque de animal, no fue un vampiro como estamos acostumbrados- Notaban que Jo alargaba la historia.

-Jo ¿Cómo esta mi hija?- Le dijiste cortandola. Veías como Jo luchaba contra ella misma y la preocupación se adueñaba de ti.

-Lo siento, ella no lo logró-

-No, no, no, no- Sollozas mientras niegas con la cabeza, sentías un hueco en el pecho, no podías respirar. Miraste de reojo a Damon y se encontraba igual que tú.

-No, no!!- Gritabas

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-No, no!!- Gritabas. Jo te abrazó fuertemente, eran amigas, seguía repitiendo "lo siento" en tu oído, no la culpaba por nada, se lo querías que ir pero tu cabeza estaba obviamente en otra parte.

-Lo siento mucho la verdad- Dice Jo separandose de ti- Lo intente todo, el cuerpo será entregado a ustedes en 48 horas, lo siento mucho ____ y lo siento Damon- Jo estaba llorando, pero intentaba calmar su respiración.

-No es tu culpa- Le dice Damon con la voz entrecortada, no había dicho nada en todo este tiempo.

-Lo siento mucho de todas formas, tengo pacientes que están en espera, los iré a ver a su casa cuando me desocupe ¿Esta bien?- Damon asiente con la cabeza.

Sentías un dolor en el pecho, una parte de ti no quería admitirlo, esa era probablemente la razón por la que no querías ver el cuerpo, aún tenías esperanza de que todo esto fuera un sueño. Caiste en una de las sillas de espera, Damo lentamente se sento junto a ti y puso sus brazos sobre tu hombro, besando tu cabeza. Podías oír como su corazón iba a mil por hora y oías sollozos ahogados, aún seguía siendo fuerte por ti.

 Podías oír como su corazón iba a mil por hora y oías sollozos ahogados, aún seguía siendo fuerte por ti

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