105.Klaus Mikaelson

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Estabas en pleno bosque buscando donde estaba tu ropa en medio de la oscuridad, habías salido con Klaus y bueno una cosa llevo a la otra y terminaron ahí.

Llevabas una extraña relación con Klaus hace unos pocos meses, te gustó apenas el visitó por primera vez Mystic Falls había algo en el que te hacía sentir una especie de misterio, algo que te atraía completamente. Sin embargo, trataste de alejarte ya que sabías las cosas horribles que había hecho, a pesar de eso todo el mundo parecían necesitarlo y al mismo tiempo odiarlo. Pero un día te quedaste sola con Klaus y no pudiste contenerte y de esa forma su relación se transformó en algo a escondidas, no querías que fuera así, pero tenías miedo de que a tus amigos no les gustara.

-¿Dónde está mi polera?-Dices.

-Ten- Klaus te pasa tu polera y sonríe, le sonríes de vuelta, esperabas que no dijiera nada porque sabía lo nerviosa e incomoda que te ponían esas situaciones.

-Eso estuvo bien- Dice Klaus sonriendo.

-No me avergüences- Dices tímida poniendo tus manos en tu rostro

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-No me avergüences- Dices tímida poniendo tus manos en tu rostro.

-No hay nada de que avergonzarse amor, no es nada que no hayamos hecho antes.

-Bueno, el bosque es una nueva experiencia para mi- Vuelves a sonrojarte- Los chicos me van a matar si se enteran de lo que hicimos hoy.

-Bueno, entonces no les comentes nada de eso, de todas formas no se puede explicar la mágica noche que pasamos con palabras.

Te reíste al instante, podía ser un idiota pero de vez en cuando te hacía sonrojar demasiado con estúpidas y cursis frases.

-Idiota- Comentas.

-Pero, ¿no crees que talvez sea hora de al menos comentarles que hay algo entre nosotros?- Solo esa frase te tensó.

-Klaus....- Susurras

-Lo entiendo, lo entiendo- Klaus parece ser comprensivo, pero sabías en qué en sus ojos le dolía todo.

Querías estar con Klaus, querías ser honesta, pero al ser amiga de quiénes vivían en Mystic Falls todos tenían opiniones muy cuadradas respecto a Klaus, te hacían sentir como si estuviera mal quererlo y por eso te daba miedo admitir algo.

Klaus te estaba encaminando a la casa de los Salvatore, lugar donde te estabas quedando, en el trayecto toma tu mano y tu no la quitas, te gustaba como te sentías con Klaus.

-Ahí estas- Escuchas la voz de Stefan e inmediatamente sueltas la mano de Klaus.

-Hola Stefan- Por el miedo, como que gritaste.

-Hola- Stefan mira con sospecha.

-Te estuve buscando toda la noche y no aparecías.

-Si bueno, estaba con Klaus, emm... haciendo...- Te quedaste sin ideas.

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