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17.Damon Salvatore

Acababas de terminar un turno de 20 horas en el hospital, ser médico de emergencias siempre había sido tu sueño, te encantaba la adrenalina, nunca sabías lo que podía entrar por las puertas, tenías que actuar rápido y eso te mantenía viva. Pero estabas agotada el turno había sido muy largo y  hubo un caso de un niño en el que un doctor pidió tu ayuda sin embargo, ninguno de los dos pudo salvarlo.

Estabas triste, pero sabías que diste lo mejor de ti, ahora simplemente querías llegar a casa a dormir, tenías hambre pero irías directo a la cama.

Pero cuando entras a tu casa ves a Damon en la cocina, preparando algo que tenía muy buen olor.

- Hola Princesa- Dice dandote una sonrisa tierna.

Te sentaste en una de las sillas de la cocina y mirabas a ese hombre.

-¿Quién eres tú? y ¿Qué le has hecho a mi prometido?- Dijiste chistosa

- Bueno, sabía que tenías mucho trabajo, asique te prepare comida, te conozco y se que si no te estuviera preparando comida te hubieses ido a dormir con el estómago vacío - Amabas a ese hombre con tu vida, te conocía tan bien.

-Si, ese era el plan- aceptaste

- Entonces, ¿como estuvo tu día?- Te preguntó.

- Fue largo, un niño murió, intentamos todo lo que pudimos, pero habia muerto en la ambulancia- dijiste poniendote triste.

- Hey hey hey, esta bien - Damon te abrazó - Hiciste todo lo que pudiste.

- Si, simplemente siempre me afecta, uno pensaría que despues de tantos años en esto ya no efectaría, pero lo hace - dijiste mirando a Damon.

- Por supuesto que te afecta, amor, porque tienes el más hermoso corazón del mundo, si no te afectara, no serías tú, tu conectas con la gente - Dijo tu prometido.

Damon se levanto y puso frente a ti un plato de carne con papas doradas, una de tus comidas favoritas.

-Me podría acostumbrar a esto- Le sonreiste.

- Bueno hazlo, porque en 2 meses seré tú esposo y no te desharas de mi - sonrió.

-Te amo-

-Yo mas- le respondiste

Damon se acercó cada vez más a ti y se besarón.