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123. Kol Mikaelson

Marcel te había llevado a casa de los Mikaelson, el lugar donde estabas viviendo. Conociste a Marcel apenas llegaste a la ciudad e inmediatamente sentiste interés por el, era muy guapo y te gustaba su personalidad, lo ayudabas en todo, creías que si estabas a su lado lo suficiente el crearía sentimientos por ti y estarían juntos.

-Llegamos- Dices una vez dentro de la casa.

-Si- Sonríe el.

Cada vez que llegaban a casa esperabas que el hiciera algo, no sabías si esperabas un beso, pero si esperabas hasta la más mínima gota de afecto.

-Mejor me voy antes de que Kol me moleste por estar aquí- Dice el.

-Si, probablemente te sacaría de aquí- Kol era tu mejor amigo y no se llevaba muy bien con Marcel en si y por ti, mucho menos.

-Okey, no es como que le tenga miedo ni nada, la próxima vez que se acerque le mostraré una de las espadas de su hermano y no querra volver a acercarse a mi- Marcel ríe, entendías la referencia y sonreíste pero no sentías que lo que dijo fuera tan gracioso.

-¡Oh Marcel eres tan divertido!- Dice Kol desde el balcon de la casa Mikaelson mirandolos a ustedes dos, ambos miran a Kol. Era claro que con la frase que dijo estaba siendo irónico.

Te reíste del comentario, no querías hacerlo pero Kol podía ser un payaso a veces, Marcel se volteó a mirarte y finjiste no reír.

-Buen día Kol- Saluda Marcel.

-Hola tu- Dice el chico.

-Creo que ya es tiempo de que me vaya- Dice el y te mira con una sonrisa- Oh, recuerda el favor que te pedí.

-Claro- Sonríes y el te acaricia una mejilla para luego empezar a caminar.

-Otro favor, ya deberías dejar de pedir tantos- Grita mientras Marcel seguía caminando.

-Kol...- Lo regañaste.

Pasaron unos minutos y te quedaste conversando con Kol, subieron a la habitación del chico, el se sentó en la mesa de allí con un vaso de agua, mientras tu explorabas su librero, siempre tenía libros nuevos que te llevabas.

-Okey, lo voy a decir, tengo que decirlo, es mi trabajo como mejor amigo- Kol te distrae de tus pensamientos.

-¿Qué pasa?- Te acercas a la mesa donde está el, pero te mantienes parada.

Kol tomó aire antes de decir nada, te pusiste nerviosa ya que tenías miedo de lo que fuera a decir, generalmente Kol contaba todo aquello que pensaba, así que el tomarse un tiempo, no era propio de él.

-Tu y Marcel, lo que creas que esta ocurriendo debe acabar- Dice el chico.

-¿Qué?¿Por qué?

-Porque en cualquier tipo de relación se necesitan dos personas y el la tuya con el, eres la única que esta enamorada, la única a la que realmente le importa el otro- No te gustaba lo que el decir.