Cap 196: Dias pasando.

26 5 2
                                    

Osvaldo estaba realmente preocupado, cargando en la mano su escopeta tan familiar con la que había tenido inumerables batallas, había sobrevivído usando contra la lucha contra los Zorros, un grupo de narcotráfico en el golfo de méxico, esas personas eran mercenarios entrenados por soldados profesionales, personas de las fuerzas especiales Mexicanas que se habían unido a la maña.

Osvaldo había sobrevivído a esos soldados reales, siempre ocultándose en una esquina y preparado con la escopeta, teniendo seguro que podría esquivar si lanzaran una granada, e incluso habia sobrevivído a ese tipo de artillería avanzada.

Sin embargo, ahora estaba sudando como mares, seguía en la misma posición que en tantas veces en el pasado, pero esta unica vez no se sentía tan seguro de lograr sobrevivír.

*¡bang!¡Bang!¡Bang!*

Los disparos y los gritos se escuchaban por todas partes del edificio.

Los disparos eran abrumadores, pero sobre todo, las explociones de algunas minas terrestres puestas se oían aún mas, la exploción y como la metralla atravezaba las paredes de ladrillo.

Osvaldo tenía la frente sudada, las manos temblorosas, y los ojos frios que incluso podía atreverse a disparar a inocentes flaquearon.

El tiempo pasó poco a poco, y el sonido de las explociones dejaba de sonar poco a poco.

Finalmente, el lugar por afuera ya no tenía ningún sonido.

Osvaldo pegó su espalda contra la pared mientras que apuntaba hacia el pasillo que tenía al lado.

Aguzó su oído lo mejor posible y entre el sonido de el polvo y arena callendo o el fuego encendido, escuchó un par de pasos que se asercaban poco a poco hacia el mismo.

Osvaldo respiró despacio, su corazón latía ferozmente, pero se obligó a tranquilisarse.

En ese momento, escuchó los pasos llegar al lado de la pared donde estaba El .

El sudor corrió por la naríz de Osvaldo y este finalmente apretó los dientes con fuerza, sus ojos se llenaron de ferocidad y lo desidió.

No era tan bueno esperar y morir, mejór era salír y tomar la iniciativa.

[¡Pinche puto!]

Osvaldo corrió y apuntó contra el lugar donde estaban los pasos y disparó con la escopeta, esta escopeta era un premio que había tomado de un Narco rico,la metralla era capáz de atravezar chalecos de blindaje de 4  grado.

Ademas, las metrallas de acero podían desfigurár por completo un cuerpo humano.

Así que Osvaldo estaba seguro, estaba apunto de matar al bastardo que les había estado causando tantos problemas ultimamente.

Todo comenzó hace un mes.

El tipo llamado Sombra sangrienta apareció, Osvaldo sabía del caballero misterioso, un payaso vestido de caballero que se encargaba de algunos bastardos de la calle, ladrones y drogadictos, nada importante, nunca se metió por completo con ellos aparte de encargarse del abuelo, un controlador de una zona de la ciudad de tijuana, pero eso fue todo, por lo que el jefe no estaba demaciado interesado aunque su cabeza ya tenía precio. Sin embargo, el tipo llamado Sombra sangrienta era completamente diferente al Caballero misterioso, uno no mataba, solo rompía piedras o brazos, aveces incluso castraba a algunos bastardos, pero eso fue todo.

Pero ahora era diferente, la sombra sangrienta era como su nombre, sangriento.

El primer avistamiento fue hace casi un mes, el otro lado entró en una base de avanzada para su grupo de los machete y en solo media noche, acabó con dos bases completas, las victimas murieron por completo, sin dejár nadie vivo, y la escena en ese momento era mas que aterradora.

tengo un basurero dimencional Donde viven las historias. Descúbrelo ahora