II

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¿Recuerdas ese día?,

nuestra primera vez,

nos miramos despacio,

queriendo sin querer.

Tardé una eternidad,

pero al fin me lancé,

recibí tu sonrisa

justo cuando te hablé.

Vi en tus labios las perlas

de un rico bereber,

y me quedé hechizado,

hastiado de placer.

Hablamos de mil cosas,

del tiempo que se fue,

de tus dos ojos verdes,

del llanto del ayer.

Y se fueron las horas

veloces cual corcel,

en tanto me escribías

un número en un papel.

Tus últimas palabras:

"no llamarás, lo sé".

Lo que tú no sabías

desde el momento aquél,

es que mi pensamiento

y el resto de mi ser,

para siempre estarían

postrados a tus pies.

Versos de otros tiemposDonde viven las historias. Descúbrelo ahora