¿Recuerdas ese día?,
nuestra primera vez,
nos miramos despacio,
queriendo sin querer.
Tardé una eternidad,
pero al fin me lancé,
recibí tu sonrisa
justo cuando te hablé.
Vi en tus labios las perlas
de un rico bereber,
y me quedé hechizado,
hastiado de placer.
Hablamos de mil cosas,
del tiempo que se fue,
de tus dos ojos verdes,
del llanto del ayer.
Y se fueron las horas
veloces cual corcel,
en tanto me escribías
un número en un papel.
Tus últimas palabras:
"no llamarás, lo sé".
Lo que tú no sabías
desde el momento aquél,
es que mi pensamiento
y el resto de mi ser,
para siempre estarían
postrados a tus pies.

ESTÁS LEYENDO
Versos de otros tiempos
PoesiaEstos poemas nacieron durante mi estancia en Madrid de unos siete años, por motivos de trabajo, tratan de cosas que pasaron, de otras que pudieron pasar y de algunas que imaginé.