Se llega la madrugada
tras la noche dulce aquella,
estabas encantadora
a la luz de aquellas velas,
con tu vestido de paño
y el tono gris en las cejas.
Me contabas dulces cuentos
que sonaban como quejas,
historias que te pasaron
al calor de aquellas mesas
en donde pensaste hallar
una pasión verdadera.
En aquel supremo instante
me pareciste tan bella,
a pocos pasos de mí,
que la más linda princesa,
en su señorial palacio,
se me figuraba fea.
Luego tu mano en la mía
hasta llegar a tu puerta,
"¿quieres entrar",preguntaste,
yo afirme con la cabeza.
Y entre los muros aquellos
con unas copas a medias,
me dejé llevar a tiempos
de la bendita inocencia.
7
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Versos de otros tiempos
PoetryEstos poemas nacieron durante mi estancia en Madrid de unos siete años, por motivos de trabajo, tratan de cosas que pasaron, de otras que pudieron pasar y de algunas que imaginé.