Háblame de aquellos días
en los que fuiste feliz,
de todas aquellas tardes
que gastaste en el jardín.
Dulce niña soñadora
enfrentada a un mundo hostil,
jugabas en tu rincón
sin saber nada de mí.
Sigues siendo la de entonces,
desde que te conocí,
tus palabras son promesas,
cosas que nunca creí.
Somos tan distintos, dama,
tú eres la ilusión sin fin,
yo la roca taciturna,
tú eras un eterno sí,
yo la eterna negación,
tú eres todo lo que fui
en mi lejana niñez,
me parece ver en ti
el niño que se marchó,
el tesoro que perdí.
Brotas como la ilusión
en este mi gris vivir,
gracias por negarte a ser
como la multitud gris.
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Versos de otros tiempos
PoesiaEstos poemas nacieron durante mi estancia en Madrid de unos siete años, por motivos de trabajo, tratan de cosas que pasaron, de otras que pudieron pasar y de algunas que imaginé.