LXXX

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Tu carmín en el espejo,

tu laca sobre la mesa,

y en el lecho alborotadas

tus más personales prendas.

Fue solo hace un momento,

pero que lejos nos queda,

el rato de la pasión,

la suavidad de tus piernas.

Hay momentos en los que

uno arrastra sus miserias,

sin encontrar un consuelo

a lo largo del planeta.

Tú fuiste dulce reposo

para mi perpetua pena,

en tus senos olvidé

lo que dice mi condena,

en tus labios regresé

a la vida que se aleja.

Versos de otros tiemposDonde viven las historias. Descúbrelo ahora