Un pedazo de papel,
algo tan poco importante
si no fuera porque son
tus rasgos en un instante.
Me pierdo por sus rincones,
rememorando esa tarde,
con tus cabellos al viento
y sin salida ni escape.
No pudimos evitarlo,
aquel hervor en la sangre,
y nos dejamos llevar
por los recodos del parque.
y tumbados sobre el verde,
puse mi mano en tu talle
mientras mis labios buscaban
el primer beso culpable.
Está todo ahí, lo siento,
y casi puedo besarte,
a pesar de tanto tiempo
en esta foto estandarte.
¡Cuántas historias empiezan
sólo con poder mirarte!,
y como nexo común
sólo el brillo de tu imagen,
dulce niña de mis ojos
es tan fácil adorarte.
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Versos de otros tiempos
PoesíaEstos poemas nacieron durante mi estancia en Madrid de unos siete años, por motivos de trabajo, tratan de cosas que pasaron, de otras que pudieron pasar y de algunas que imaginé.