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Y pensar que serán polvo

esos fugaces momentos,

esas tardes perezosas

que oyeron nuestros lamentos,

esos goces que vinieron

y un poco después se fueron.

Y pensar que serán polvo

nuestros dos hermosos cuerpos,

que no habrá de quedar nada

del sentimiento que tengo,

que tus dos ojos oscuros,

en los que feliz me veo,

con el paso de los años

serán polvo en vez de fuego.

¿Por qué la vida nos manda

amor, pasión y deseo,

si en el fondo sólo somos

materia de cementerio?.

Llevo a cuestas una pena,

una flor de sufrimiento,

todo comenzó aquel día,

llegó con el primer beso,

desde entonces voy temiendo

que este sentir que te tengo

habrá de acabar en polvo,

en polvo que lleva el viento.

Versos de otros tiemposDonde viven las historias. Descúbrelo ahora