CLIV

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Hubo un tiempo en que creía

tocar la felicidad,

fue en el tiempo que pasamos

juntos a orillas del mar.

En aquellos dulces días

todo se nos iba en dar,

era como si el amor

no se nos fuera a acabar.

Con tus cabellos al viento

me dedicaba a soñar

en las tardes de un verano

que ya nunca volverán.

En tus brazos aprendí

a no mirar hacia atrás,

en tu vientre está el futuro

que jamás logro alcanzar,

la eternidad es tu carne

que renace sin cesar.

En ti perviven a un tiempo

cosas que no morirán,

la senda de donde vengo,

a donde mis pasos van.

Ahora que todo aquello

nos queda tan lejos ya,

sigo mirando tus ojos

que aún me hacen palpitar.

Versos de otros tiemposDonde viven las historias. Descúbrelo ahora