Me lo dice el corazón,
yo he nacido para ser
la sombra de tus zapatos,
el perfume de tu piel.
Adonde quiera que vayas,
a ese mismo sitio iré,
yo te seguiré, muchacha,
mientras caminen mis pies.
Quiero beber tus palabras,
quiero ser tu amanecer,
la fuente de tus desdichas,
agua que calma tu sed.
Entre tú y yo, entre los dos,
se levanta una pared,
pero basta tu sonrisa
para sentirla caer.
En ti cobra su sentido,
esa palabra, mujer,
la que te doy sin hablar,
la que tú conoces bien.
Tu cabellera morena
me lleva a mundos de miel,
a noches donde soñar
y dejarse enternecer,
tú conoces el hechizo
que es la palabra querer.
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Versos de otros tiempos
PoesíaEstos poemas nacieron durante mi estancia en Madrid de unos siete años, por motivos de trabajo, tratan de cosas que pasaron, de otras que pudieron pasar y de algunas que imaginé.