CLXXII

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Dame unas pocas palabras,

regálame tu mirada,

miro tus ojos pequeños

y renace la esperanza.

Me pierdo en tus ojos claros

que me dicen lo que callas,

en ellos puedo entrever

mil oscuras amenazas,

los miedos que por la noche

te acompañan a la cama,

esos ojos que ayer fueron

de la niña que jugaba,

y que mañana serán

el tesoro de la anciana.

Pasará el tiempo por ti,

los rincones de tu cara

darán paso a las arrugas,

y te sentirás cansada

de este paso por la vida,

que es una breve morada.

Mientras, tus dos ojos claros,

mirarán esa mañana,

como me miraron ayer,

y te amaré como se ama,

tras el fragor de la guerra

los restos de la muralla.

Versos de otros tiemposDonde viven las historias. Descúbrelo ahora