CXLII

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Tú eres la luz en la noche,

la promesa de un mañana,

en tu cuerpo de sirena

hay mil personas que callan.

Tú eres pasado, presente,

y el futuro de mi casta,

en ti conviven a un tiempo

mil mundos que se me escapan.

Sólo tú guardas la puerta

de promesas consumadas,

sólo tú tienes la llave

de la vida que nos llama.

Voy sintiendo que tu cuerpo

poco a poco se me ensancha,

y el halo de nueva vida

se asoma por tu mirada.

No somos dos, sino tres,

porque en tu vientre descansa

una promesa de vida,

un ser que por nacer clama.

Todo lo que tú me das,

todo lo que me contabas,

los mil sueños que forjamos,

es carne de tus entrañas,

en este ser que nos llega

vuelven tantas esperanzas.

Versos de otros tiemposDonde viven las historias. Descúbrelo ahora