Luz que alumbro mi camino
en la dulce edad primera,
con su trajecito azul,
su sonrisa, sus coletas
y sus rosadas mejillas
que hablaban de primaveras,
de dulces tardes de parque,
de sueños y de quimeras.
Fuiste mi primer amor,
la primera de mis penas,
éramos sólo dos niños,
el eco de dos promesas,
hace ya tanto de aquello,
de aquel tiempo de cerezas.
Hoy serás tú la mamá
de alguna bella muñeca,
que tendrá tus ojos claros
y tu gracia sempiterna.
Quedan lejos esos días
de nuestra dulce pereza,
ese aletear de vida
que se marcha sin espera,
no volveremos a ser
dos niños por las aceras,
nuestra niñez se marchó
por mil perdidas veredas.
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Versos de otros tiempos
PoesíaEstos poemas nacieron durante mi estancia en Madrid de unos siete años, por motivos de trabajo, tratan de cosas que pasaron, de otras que pudieron pasar y de algunas que imaginé.