El viento mece tu pelo
en esta tarde de otoño,
yo quisiera ser el aire
y recorrer tus recodos,
y es que nada es comparable,
ni el vil resplandor del oro,
a sentirte junto a mí,
a fundirme con tu todo.
Me lanzo igual que un pirata,
pero no en pos de tesoros,
busco tus ojos, tus manos,
siquiera un leve sonrojo,
alguna señal pequeña
que diga que no estoy loco,
¡qué no diera por tener
la luz clara de tus ojos,
en este atardecer gris
que se lleva mis despojos!.
Sé que un día moriré
como antes lo hicieron otros,
pero yo tan solo pido,
que antes de volver al polvo,
pueda buscar en tu cuerpo
ese resquicio tan hondo,
eso que llaman amor
y calma cualquier oprobio.

ESTÁS LEYENDO
Versos de otros tiempos
PoetryEstos poemas nacieron durante mi estancia en Madrid de unos siete años, por motivos de trabajo, tratan de cosas que pasaron, de otras que pudieron pasar y de algunas que imaginé.