Regiones del corazón
que parecían dormidas,
ecos de nueva esperanza
sobre las viejas heridas,
eso bebo de tu boca
mi dulce niña querida.
Yo que pensé que mi tiempo
nunca jamás volvería,
que el acorde del amor
ya conmigo no vivía,
me he despertado en tus brazos
sediento de amor y vida.
Contigo vuelvo a sentir
el rumor de la alegría,
y revuelan en mi pecho
los pájaros de la dicha.
¿Cómo te podré pagar,
querida princesa mía,
todo lo que tú me das,
todo lo que tú me quitas?.
Sólo lamento una cosa,
ese cúmulo de días
que pasaron sin saber
siquiera que tu existías,
todo ese tiempo perdido
en la gris melancolía.
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Versos de otros tiempos
PoetryEstos poemas nacieron durante mi estancia en Madrid de unos siete años, por motivos de trabajo, tratan de cosas que pasaron, de otras que pudieron pasar y de algunas que imaginé.