CII

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Hoy que tus cartas ya son

barcos lejanos que fueron,

hoy que no mancha carmín

tuyo mi cara, ni besos,

ni aromas de leyenda,

ni el roce de tu cuerpo.

Ahora que ya no te amo,

ahora que quedas lejos,

y puedo gritar por fin

que no es triste tu recuerdo.

Yo nunca hubiera sabido

hacer el momento eterno,

y la bruma de los días

hubiera ido diluyendo

la ilusión de nuestro amor,

jugaríamos huyendo,

a que todo sigue igual

aunque ya no fuera cierto.

Tal vez sea mejor ser

dos hojas que alejó el viento,

dos barcos que se encallaron

por un capricho del cielo,

ya ves, son cosas que pasan,

marionetas en el tiempo.

¿Quién moverá nuestros hilos

a través de este desierto?.

Versos de otros tiemposDonde viven las historias. Descúbrelo ahora