Como surgiendo de un sueño
apareció tu figura,
y me transportaste a un mundo
que sin piedad ya se esfuma.
Estabas igual que ayer,
con esa misma hermosura,
los ojos como luceros,
la boca en feliz postura
e irradiabas la alegría
que tu persona rezuma.
Hablamos unos momentos,
y tejías partituras
con el sonar de tu voz
y la palabra oportuna.
Entonces por fin lo supe,
la felicidad más pura,
es escuchar las palabras
de boca como la tuya.
Y no sé como llamar
a este estado que me abruma,
no lo sé o quizás no quiera
verme perdido en la bruma,
de confundir amistad
con una pasión que nubla,
de todo, lo único cierto,
es que tu presencia inunda.

ESTÁS LEYENDO
Versos de otros tiempos
PuisiEstos poemas nacieron durante mi estancia en Madrid de unos siete años, por motivos de trabajo, tratan de cosas que pasaron, de otras que pudieron pasar y de algunas que imaginé.