Aquí estuvieron tus manos,
en este cuerpo cansado,
tú curaste mis heridas
en aquel largo verano,
mi corazón se negaba
a despedir el pasado,
se aferraba a los recuerdos
de un viejo tiempo dorado,
sin atreverse a mirar
la luz en tus ojos claros,
ellos me dieron la paz,
me trajeron el descanso,
en tus ojos aprendí
que todos somos pedazos,
vamos dejando detrás
el eco de mil abrazos,
gente que viene y va
sin rumbo fijo marcado.
Recuerdo la noche fría
anterior a tus cuidados,
yo jugaba con la muerte
a sucumbir en sus brazos,
entonces llegaste tú
y me preguntaste algo,
yo me quede sin hablar
y tú besaste mis labios.
ESTÁS LEYENDO
Versos de otros tiempos
PoetryEstos poemas nacieron durante mi estancia en Madrid de unos siete años, por motivos de trabajo, tratan de cosas que pasaron, de otras que pudieron pasar y de algunas que imaginé.