Aún respiro en el aire
bocanadas de tu aroma,
suele ser en esas tardes
que ando solo con mis cosas.
La mente se me transporta
hacia nuestras dulces horas,
a promesas bajo un árbol
que se quedaba sin hojas.
Cuando vuelvo por la senda,
ya cubierta de amapolas,
los recodos del camino
y la luz de las farolas,
parecen querer hablar
lo que yo me digo a solas.
En esas tardes de otoño,
pesadas y silenciosas,
me sorprendo regresando
a la taberna de Rosa:
"¿Qué tal va, marinerito",
mientras me sirve una copa,
y tras sus dos labios rojos
se me dibujan mil sombras,
tanto vivir para ser
alimento de una fosa,
tanto estúpido querer
que se pierde en la zozobra.
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Versos de otros tiempos
PoetryEstos poemas nacieron durante mi estancia en Madrid de unos siete años, por motivos de trabajo, tratan de cosas que pasaron, de otras que pudieron pasar y de algunas que imaginé.