CXXXVI

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Vanos esfuerzos son todos

los que no llevan a ti,

de qué me vale alcanzar

el más remoto confín,

si me faltaran tus ojos

que me llevan a sentir

que estoy vivo de verdad,

¿cuántas batallas perdí?,

y siempre estaban tus brazos

para hacerme revivir.

La eternidad es tu cuerpo

que se proyecta sin fin,

eres promesa de vida

en medio de un tiempo gris,

tan solo cuando regreso

a tu regazo feliz,

siento que encontré mi sitio.

Triste gloria sin tu boca,

dame sólo tu carmín

en un beso sin final,

sé la flor de mi jardín,

la esperanza en el mañana,

la sombra de lo que fui,

sé lo que te venga en gana

pero solo junto a mí.

Versos de otros tiemposDonde viven las historias. Descúbrelo ahora