El reloj marca las cinco,
como sucedió esa tarde,
pero ya no volverás
Con tus labios a besarme,
ni sentiré tus abrazos
al caminar por la calle,
ni al arrullo de tu voz
recorreremos mil bares,
ni buscaremos rincones
que no habrá de saber nadie.
¡Qué poco es un ser humano:
Débil hilo, leve instante,
aunque levante la voz
se que al fin he de callarme!.
No debería estar triste,
total, sólo te marchaste,
pero ya ves que bobada,
a las cinco de la tarde,
por alguna causa extraña
siempre vuelvo a recordarte,
pienso en tiempos que pasaron,
en las tardes en el parque,
en los sueños que forjamos,
ya ves, no sé que contarte,
que bueno si te dijera
que ya nunca pienso en antes.
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Versos de otros tiempos
PoetryEstos poemas nacieron durante mi estancia en Madrid de unos siete años, por motivos de trabajo, tratan de cosas que pasaron, de otras que pudieron pasar y de algunas que imaginé.