Dame besos en la boca
hasta secar mi garganta,
estréchame entre tu cuerpo
hasta convertirme en nada.
Yo he nacido para ser
simiente de tus entrañas,
soplo de vida que viene
y al infinito se escapa.
Tú eres vasija, mujer,
de un agua que se derrama,
y aquél que bebe una vez
ya no conoce la calma.
Sólo busco tu cintura,
el eco de tus palabras,
los rincones de tu carne
que sus misterios desgranan.
No volverán esos días
en que yo me sentí nada,
tú me llevas a los mundos
que tras los tiempos se guardan,
tú me llevas a lugares
donde mi vida no alcanza.
En tu vientre está la vida,
la dicha que no se acaba,
déjame yacer contigo
hasta llegar la mañana.
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Versos de otros tiempos
PoetryEstos poemas nacieron durante mi estancia en Madrid de unos siete años, por motivos de trabajo, tratan de cosas que pasaron, de otras que pudieron pasar y de algunas que imaginé.