Siento llegar otra noche,
otra noche como aquella,
en la que cogí tu mano
y tocaba las estrellas.
Brillaba la misma luna,
y un cielo de primavera
nos invitaba a soñar
en una dulce quimera.
Siempre que pienso en entonces
te me figuras tan bella
que puedes rivalizar
con la más dulce princesa.
Pero la vida es un tren
que no conoce de espera,
tan rauda como llegaste
te marchaste de mi vera,
y no sé por qué razón
a veces se me presenta
tu rostro en el pensamiento,
y parece que regresa
en mí, aquel fugaz momento,
como quisiera, Teresa,
en esta noche estrellada,
besar tus labios de fresa,
y susurrarte al oído
lo que ayer no te dijera.
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Versos de otros tiempos
PoetryEstos poemas nacieron durante mi estancia en Madrid de unos siete años, por motivos de trabajo, tratan de cosas que pasaron, de otras que pudieron pasar y de algunas que imaginé.