Un delicado instrumento
cuando en mis manos te tengo,
y la música más dulce
es tu voz surcando el viento.
Y me pierdo en tus palabras,
en tus mundos, tus momentos,
y todo porque aquel día
tú me regalaste el cielo.
Nunca pensé que costara,
tanto, decir que te quiero,
abrirte mi corazón,
declararte mi deseo,
tú me diste tu sonrisa,
brillaron tus ojos negros,
y por primera vez supe
que aquel terrible secreto,
las largas noches en vela,
las charlas frente al espejo,
quedaban ya para siempre
como parte del recuerdo.
Tan sólo quiero tocarte,
quiero que vibre tu pecho,
que puedas sentirte viva,
porque yo te llevo dentro
y sé que si eres feliz
yo me sentiré contento.
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Versos de otros tiempos
PoesiaEstos poemas nacieron durante mi estancia en Madrid de unos siete años, por motivos de trabajo, tratan de cosas que pasaron, de otras que pudieron pasar y de algunas que imaginé.