CLVI

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A veces miro hacia atrás,

a las noches que pasamos

perdidos por la ciudad,

cogiditos de la mano.

Éramos sólo dos locos

que en estos tiempos amargos

jugaban a descubrir

el sabor de los abrazos.

Yo seguía sin dudar

el rumbo de tus zapatos,

sin saber que llegaría

a mil parajes extraños,

pero sólo me importaba

que estuvieras a mi lado.

Ahora que de esos días

ya nada nos va quedando,

miro tu fotografía

y me refugio en sus rasgos.    

Versos de otros tiemposDonde viven las historias. Descúbrelo ahora