CLXI

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Palabras en un papel,

pedazos de corazón,

y descubro entre sus líneas

que lo nuestro no murió,

cierro despacio los ojos

y siento vibrar tu voz,

es como si la distancia

careciera de valor,

miro tu caligrafía

que otra vez me emocionó,

me lleva hacia aquel verano,

el verano de los dos,

en el que aprendí a leer

lo que nadie descubrió,

que detrás de tu silencio

y de tus guiños al sol,

habitaba en el desván,

como un corazón en flor,

la más dulce de las damas,

la que el alma me robó.

Lo que diera por saber

lo que haces en tu rincón,

si acaso me echas de menos

del mismo modo que yo,

lo que diera por tener

un poco de tu tesón.

Versos de otros tiemposDonde viven las historias. Descúbrelo ahora