Sentada en una butaca,
la melena desgreñada,
sus ojos miran el cielo
en esta nueva mañana.
Me pregunto lo que piensa
mientras sus dos labios callan,
quizá que fue una locura
el llegar hasta la cama,
que le sobraron dos copas
a la póster madrugada.
No sé y saber quisiera
si el ayer ya no fue nada,
si su cuerpo de mujer
de las manos se me escapa.
Ella sigue allí sentada
sin decir una palabra,
de pronto saca un cigarro
de sus ropas olvidadas.
"Nos veremos otro día",
me dice mientras se marcha,
y a medida que se aleja
el corazón se me salta.
Si por una vez pudiera
recuperar su mirada,
la que se perdió en la noche
cuando en mis labios estaba.
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Versos de otros tiempos
PuisiEstos poemas nacieron durante mi estancia en Madrid de unos siete años, por motivos de trabajo, tratan de cosas que pasaron, de otras que pudieron pasar y de algunas que imaginé.