XLIV

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Dorados son sus cabellos,

sus ojos verdes luceros,

¿por qué vienes a mi mente

si en mis brazos no te encuentro?.

Dulce princesa de ayer,

ya se te pasó tu tiempo,

sin embargo, algunas veces,

vuelvo por aquellos fueros.

¿Dónde muere la esperanza

de los besos que se fueron?,

¿dónde quedan los sentires

que ayer eran como fuego,

y que unos años después

sólo son vagos recuerdos?.

En esos lejanos días

era fácil un te quiero,

más hoy el yugo de ayer

se quedó lejos, tan lejos.



Versos de otros tiemposDonde viven las historias. Descúbrelo ahora