CXV

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¡Cómo se pasan las horas

que paso en tu compañía!,

no me canso de mirarte,

de vivir tu día a día.

Me gusta cuando me cuentas

lo que pasa por tu vida,

sentarme quieto a tu lado

a compartir tu alegría,

contemplarte descifrando

lo que tú no me decías,

tratando de adivinarte

tras tu mirada sombría,

yo miro mi oscuridad,

hay tantas luces que brillan

en torno de tu persona,

cada nueva noche fría.

Ábreme tu cuerpo en flor

en medio de esta agonía,

tú eres la única certeza

en estos tiempos que huían.

Ahora que al estirar,

en dirección a tu esquina,

esta mano temblorosa,

esta mano fugitiva,

siento el roce de tu cuerpo

que me dice que eres mía.

Versos de otros tiemposDonde viven las historias. Descúbrelo ahora