¡Cómo se pasan las horas
que paso en tu compañía!,
no me canso de mirarte,
de vivir tu día a día.
Me gusta cuando me cuentas
lo que pasa por tu vida,
sentarme quieto a tu lado
a compartir tu alegría,
contemplarte descifrando
lo que tú no me decías,
tratando de adivinarte
tras tu mirada sombría,
yo miro mi oscuridad,
hay tantas luces que brillan
en torno de tu persona,
cada nueva noche fría.
Ábreme tu cuerpo en flor
en medio de esta agonía,
tú eres la única certeza
en estos tiempos que huían.
Ahora que al estirar,
en dirección a tu esquina,
esta mano temblorosa,
esta mano fugitiva,
siento el roce de tu cuerpo
que me dice que eres mía.

ESTÁS LEYENDO
Versos de otros tiempos
PoesíaEstos poemas nacieron durante mi estancia en Madrid de unos siete años, por motivos de trabajo, tratan de cosas que pasaron, de otras que pudieron pasar y de algunas que imaginé.